El complicado Coquimbo Unido, aún colista del Campeonato Nacional, tiene cinco finales para poder salvar la categoría. Y lo deben hacer sin una de sus armas más importantes: su goleador y capitán, Joe Abrigo, quien sufrió lesiones en ambos pies y debió pasar por el quirófano.

Una rotura de tendón de Aquiles en su pie izquierdo y una fractura de un hueso en el derecho obligaron a Abrigo a perderse la recta final del torneo. Ahora, el goleador pirata vive las primeras semanas de su largo periodo de recuperación, las que relató a Las Últimas Noticias.

El volante se encuentra en Santiago, donde fue intervenido, y mantiene el optimismo. "Vamos de a poquito mejorando. Puedo caminar ya con un bastón y el 21 de septiembre me evalúan otra vez para ver si puedo retornar a Coquimbo", adelantó.

"No es que esté más feliz ni nada de eso, pero con los días me enfoco más en la recuperación. Está la tristeza de no poder entrenar, no poder jugar o ver partidos en televisión, aunque trato de estar bien por la familia", complementó.

"También me ha permitido disfrutar más con mis niños. Ahora estoy todo el día en la casa con ellos. Cuando uno viaja, está concentrado o jugando, desconoce cosas que ahora en el día a día va descubriendo. Les he ido conociendo más las mañas", valoró. 

Y reveló lo que piensan sus retoños respecto a su intervención: "Aún me preguntan cuándo me voy a recuperar, cuándo volveré a caminar y esas cosas. Hay que meterle cabeza no más y darle para adelante".

Respecto al momento que vive Coquimbo Unido, Abrigo aseguró que intenta hablar con sus compañeros más cercanos y enviar todo su apoyo desde la distancia. El volante espera que su colegas en la cuarta región puedan salvar la categoría.

"A veces hablo con mis compañeros más cercanos, con los que uno tiene un grado más de amistad, y a lo lejos uno trata de dar el apoyo, que entiendan que uno está ahí y que quiero lo mejor para el equipo. Está difícil la situación, se puso todo cuesta arriba y ojalá se pueda sacar la tarea adelante", cerró.