El fútbol chileno está en ascuas, porque no se sabe si habrá fecha el próximo fin de semana, debido al paro que el sindicato de árbitros inició la noche del martes.

Los pitos apuntan a un solo responsable: el jefe de la comisión arbitral, Javier Castrilli. Para sentarse a negociar con la ANFP piden como base la salida del argentino, situación que está muy complicado, porque Pablo Milad lo respalda.

Negro panorama, el cual analizó en profundidad el periodista Rodrigo Herrera, quien en RedGol en La Clave no dudó en apuntar al sheriff argentino y sus nulas habilidades blandas.

"Hace cerca de un año llega Castrilli para mejorar el fútbol chileno que estaba en una crisis, era deficiente, con excepciones, pero deficiente. Ha pasado un año y hemos visto que se le dio vuelta el sindicato, toma medidas que son emocionales, ‘me criticaste, para afuera, me criticaste, castigo’", comentó en primera instancia.

Luego, hizo una larga reflexión: "Decide una poda masiva increíble, esto no pasa en ninguna parte del mundo, no llevamos ni el 25% del torneo, y encima no tiene una solución, porque los árbitros el fútbol amateur enviaron una carta y dijeron que con ellos no cuenten, llegó carta del sindicato de Uruguay, lo mismo, se espera algo similar desde Argentina y Perú, por lo tanto acá se está cometiendo una gran irresponsabilidad con el fútbol chileno, por darle carta abierta a una persona como Javier Castrilli, que puede tener mucho currículum, que todos sabemos que fue un gran árbitro, pero que en un año de gestión, hasta el minuto, lo único que ha demostrado es que tiene un brazo de hierro súper fuerte para decir 'tú sí y tú no', pero criterios técnicos, sentidos de la oportunidad, manejo de grupo… acá se le levantó el sindicato, y él no tuvo habilidades blandas para manejarlo, cero".

Castrilli es apuntado

Castrilli es apuntado

Pero el conductor del programa matinal no se quedó ahí, porque de paso le pegó a la ANFP, por mantener a Castrilli apernado en el cargo, pese a los evidentes problemas de manejo en su gestión.

"Es tan claro donde está el problema, y es tan claro también que los que los jefes no quieren ver eso", cerró.