La sopresiva muerte de Rubén Selman (56) dejó al fútbol chileno en shock. El ex árbitro, uno de los más recordados de los últimos años, falleció el recién pasado lunes luego de sufrir un ataque fulminante al corazón.

Los días previos, el calvo juez había estado compartiendo junto a varios ex futbolistas en el sur de nuestro país. Uno de ellos fue Daniel Morón, ex arquero de Colo Colo y uno de sus amigos más cercanos, quien en conversación con LUN reveló detalles de sus últimas horas viajando, durante y de vuelta de su viaje.

"Haber viajado juntos en el auto de Rubén fue una casualidad. Me quedé sin pasajes a Chiloé y él me planteó irnos en vehículo (...) Nuestros viajes nunca fueron con apuro. Todo era con mucha calma, era un evento de Colo Colo 1991, donde llegaron los colocolinos con sus banderas. A pesar de que Rubén era del otro color, igual todos lo recibieron con mucho cariños", comenzó explicando.

Según el Loro, Selman nunca presentó problemas en los cuatro días que estuvieron juntos. "Llegamos a la isla de Chiloé y pasamos unos días maravillosos junto a Rubén Martínez, Marco Villaseca, Francisco Huaiquipán y Rubén Espinoza. Fue una experiencia extraordinaria, compartiendo con la gente, comiendo curanto, asado al palo y asado de cerdo. Después en Purranque nos dieron degustación de quesos y nunca tuvo una sensación de algo malo. Uno dijera que tuvo un dolor de cabeza, pidió un medicamento o mostró un síntoma de algo, pero nada de nada. Una noticia así te golpea".

"Desde Llanquihue nos vinimos el domingo a las 19 horas y paramos en Río Bueno, pero el servicentro estaba muy lleno. Les dije que fuéramos a la Mariquina, donde hay menos gente. Luego volvimos a parar en Chillán. Veníamos relajados, con bastante alegría y cantando. Fue uno de los viajes más alegres de todos. Nos prendimos cantando con Rubén Martínez como DJ", complementó.

Tras el viaje, Morón fue el último en bajar del auto de Selman. "Desde Llanquihue a Talca manejamos Marco Villaseca, Rubén Martínez y yo. En Santiago pasamos a dejar al Huaqui y luego, a eso de las siete de la mañana, me bajé yo. Ahí nos despedimos con Selman, quien manejó el último tramo".

Finalmente, el ídolo albo enfatizó en la persona que era fuera de la cancha. "Conocí a un tipo muy derecho, muy amigo de sus amigos y entendí que lo que hizo en el arbitraje era de un personaje totalmente distinto al de la vida cotidiana. Rubén siempre fue muy simple, querendón, de piel. Se lo decíamos. ¿Dónde te quedó lo pesado si eres un cordero? Una persona que si pasaban muchos días, te llamaba para preguntarte cómo estabas. Fue siempre atento. Estamos hablando de un tipo maravilloso".