El penal perdido por Christian Cueva en la derrota con que Perú debutó en el Mundial de Rusia ante Dinamarca esta tarde significó un doble dolor para el mediocampista de Sao Paulo, que había sido uno de los jugadores más activos en la campaña del cuadro de Ricardo Gareca.
Aladino había tomado liderazgo, y prueba fue el cantito de “El que no salta es un chileno” con el que hizo bailar a todo el Estadio Nacional de Lima luego de que la Blanquirroja ganara el repechaje contra Nueva Zelanda en noviembre, que le dio el boleto para volver a una Copa del Mundo después de 36 años.
Cueva además es de los pocos jugadores del Mundial que tienen algún pasado chileno. Fue actor de reparto en el plantel de Unión Española que se coronó campeón en 2013, con registro de 17 partidos y cero goles.
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