Minuto 74 de la revancha entre el Liverpool y Barcelona. Los Reds se imponían por 3-0 igualando la semifinal de la Champions League 2018-19, lo que obligaba a ir a un alargue para definir al clasificado.
Ese fue el momento clave, el del gran y fatídico error de Ernesto Valverde: el DT del Barça decidió sacar de la cancha a Arturo Vidal y enviar al gramado a Arthur, un movimiento que nadie en el mundo entendió.
Es cierto, Liverpool hoy tuvo más que méritos propios, pero Vidal fue el mejor de los culés este martes, incluso cuando ya había salido de la cancha. Si alguien pudo evitar la tragedia, ese era el chileno.
Fiero en la marca y guerrero a la hora de intentar romper la presión rival para sacar del fondo al Barça, Vidal aparecía como el único capaz de aguantar la arremetida de los locales, o incluso de gestar un gol de milagro que salvara a los azulgranas del tiempo extra. Pero no… El DT sacó a su mejor hombre y lo mandó a sentarse al banco.
Es más. Vidal no sólo era el mejor en lo futbolístico, sino también en los físico. El mismo Rey Arturo puso cara de “exijo una explicación” cuando se enteró que él era el que debía irse al banco.
Tras el duelo Valverde explicó que el cambio fue gatillado por el cansancio de Vidal, pero en el análisis queda la sensación que el chileno era la clave del Barcelona ante un hipotético tiempo extra y una definición por penales que no fue necesaria.
Crónica de una muerte anunciada, una falla infantil le dio el cuarto gol al Liverpool desde un tiro de esquina en los 79’ y sacó boletos a la final.