El caos en el estadio Libertadores de América durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile dejó una estela de heridos y detenidos que sacudió a todo el fútbol sudamericano.
Ahora, el foco se centra en la prácticamente nula respuesta del Gobierno bonaerense, que se desmarcó de los hechos y puso parte de la responsabilidad en los hinchas visitantes y la organización del torneo.
Ministro argentino apunta a los hinchas de la U
El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, afirmó que los protocolos exigidos para los torneos internacionales no se cumplieron.
“Ninguno de los protocolos previstos fue cumplido”, aseguró a Infobae.
En sus declaraciones destacó que “desde el inicio los simpatizantes visitantes mostraron un comportamiento agresivo” y criticó la demora de Conmebol en suspender el partido, que terminó siendo cancelado tras incidentes que dejaron 19 heridos y decenas de detenidos.
“El partido se tenía que suspender y desalojar las tribunas, la gente se iba a ir, que fue lo que ocurrió”, remarcó.
“Hubo una responsabilidad clara de la Conmebol en demorar la suspensión”, agregó.
Falencias en la seguridad
Alonso también cuestionó la seguridad privada del recinto, señalando que la ausencia de un cordón interno de agentes permitió que los desmanes se extendieran.
“No había una línea de seguridad que impidiera a los hinchas balconear hacia la parte de abajo. Eso fue clave para que la situación se descontrolara”, explicó.
Y agregó que “nunca se evaluó reprimir con gases o balas de goma por la presencia de familias y chicos en las tribunas”.
“No aceptan tribunas vacías”
El ministro también criticó que la reanudación del segundo tiempo se hizo en función del espectáculo televisivo, con las tribunas llenas, a pesar del peligro.
“Lo único que les importa es el espectáculo televisivo, que las tribunas estén llenas de gente para la transmisión. Ellos no aceptan tribunas vacías, a pesar del peligro”, reclamó.