El tenis es uno de los deportes que más alegrías le ha dado a Chile. No solamente en tiempos pasados, sino también en la actualidad, donde deportistas de la talla de Alejandro Tabilo, Cristian Garín y Nicolás Jarry se esfuerzan por dejar en lo más alto el nombre de nuestro país.

Precisamente, el último de los nombrados, Nico Jarry, cumple este 11 de octubre 30 años. La segunda raqueta de Chile (107° del ATP) se prepara, pese a su festividad, a hacer su debut en el ATP de Almaty, Kazajistán, donde enfrentará al invitado local Timofey Skatov (233°).

De pasar, Nico Jarry se enfrentaría con Flavio Cobolli (22°) el tercer cabeza de serie del torneo. Un reto bastante grande, considerando que nunca ha derrotado al italiano.

Iglesia

En esta ocasión, sin embargo, no hablaremos de los desafíos futuros del Príncipe, sino más bien de qué es lo que lo ha ayudado a llegar a ser uno de los grandes del tenis actual chileno. Porque, no solamente tiene que ver con su familia.

Cabe recordar que Nicolás Jarry es nieto de Jaime Fillol, uno de los tenistas históricos de nuestro país. Por ende, hay un linaje detrás que lo mantiene con ganas de seguir creciendo en el deporte.

Sin embargo, ese linaje también se sostiene con creencias. Una de ellas, es la religión. Tal como lo confesase en una entrevista en 2018, con La Tercera, Nicolás Jarry es un constante visitador de la Iglesia.

Trato cada vez que estoy en Chile de ir a misa, junto con mis papás. Creo que es importante estar tranquilo en un tema de alma y cabeza. Me ayuda a tranquilizarme, a dejar que la vida fluya. Pensar positivamente”, señaló el tenista.

Nico Jarry en el US Open 2025 | Getty Images

Rap

Además de este bálsamo para la mente, Nicolás Jarry reveló lo mucho que le ayuda escuchar música antes de los partidos. “Me ayuda a motivarme”, aseguró. Pero, ¿qué es lo que no puede faltar en su lista de Spotify?

Eminem es uno de mis favoritos. Lo escucho muy fuerte, para poder estar en la mía“, señala.

Dudo

Por último, recordamos uno de los juegos de mesa favoritos del tenista chileno. Y, ojo, que no es una cosa baladí, porque el propio Jarry aseguró que le ha ayudado a intentar poner cara de póker.

“Me gusta jugarlo. Trato siempre de que alguien juegue conmigo. Juego al dudo, aunque no te podría decir que soy bueno, porque no soy muy bueno mintiendo“, comenzó señalando el Príncipe, quien luego le encontró un pequeño saborcito a la capacidad de mentir.

“Lo trabajo todos los días desde el entrenamiento. En el día a día. Practico mi cara de póker, de ponerme serio, de no mostrarle nada al rival o hasta cómo mirarlo a la cara“, cerró, en la nombrada entrevista.