Un 11 de junio como hoy, pero en 1998, la selección chilena volvía a una Copa del Mundo después de muchos años, castigo incluido. La Roja debutó ante Italia por el Grupo B de Francia 98 en el estadio PArc Lescure de Burdeos y cada televisión en suelo nacional estaba prendida.
Chile comenzó en desventaja tras el buen tanto de Christian Vieri (10’), pero el cuadro dirigido por don Nelson Acosta reaccionó y Marcelo Salas logró la remontada con conquista en los 45’ y golazo de cabeza a los 49’.
Sin embargo, la historia no estaba para hazañas nacionales y el árbitro de Niger, Lucien Bouchardeau, se convirtió en el protagonista y villano a poco del final del partido, cobrando un polémico penal a la entrada del área por el balón que da en la mano de Ronald Fuentes.
“No… qué invento del árbitro. Esa pelota estaba a un metro. La pelota le pega en la mano, eso no es penal señor Bouchardeau en ninguna parte del mundo. Pero sabemos que en esto de la FIFA. ¡La señora FIFA! ¡La mafia FIFA! Qué le vamos a hacer… los conocidos de siempre”, relató Pedro Carcuro en la transmisión de TVN.
Continuó: “¡Me da una rabia! ¡Qué vergüenza! No sé si me da rabia o vergüenza, eso no es penal aquí ni la quebrada del ají. Esa es una pelota absolutamente casual en la mano”.
Finalmente el histórico Roberto Baggio se puso frente a Nelson Tapia y empató el duelo poniendo el 2-2 definitivo desde el punto penal a los 84’.
Boucherdeau no dirigió más en el Mundial y su carrera tampoco duró mucho más entre alertas de posible corrupción dentro del fútbol africano. En 2007 concedió una entrevista en la que aseguró haberse equivocado y ofreció disculpas a Chile. El 20 de febrero de 2018, dejó de existir a los 56 años.