Marcelo Salas con 21 años llegó al difícil fútbol argentino en 1996 para jugar en River Plate y a poco andar se convirtió en una de las figuras del cuadro millonario que dirigía en ese entonces Ramón Díaz.

El Matador compartió camarín con uno de los ídolos más grandes de la banda sangre: Enzo Francescoli, quién en conversación con el programa Leyendas de TNT llenó de elogios al ex delantero chileno.

“Marcelo es un amigo y un gran tipo. Se adaptó rápidamente porque aquel River era un equipo muy técnico, con muy buen juego y pelota al piso. Si hay algo que destaca a Marcelo es su gran capacidad técnica”, asegura el Príncipe.

Marcelo Salas y Enzo Francescoli en la temporada 1997 en River Plate (Archivo)

Agregando que “nos dio una mano grandísima, la gente lo recuerda y lo recordará siempre porque se adaptó muy rápido y contribuyó muchísimo. Cuando me fui, siguió haciendo goles de una gran categoría”

Francescoli remarca que Marcelo Salas tenía una característica que pocos delanteros tienen: su frialdad a la hora de definir.

“Era uno de los pocos atacantes que siempre miraba para definir y elegía el lugar. Tomaba la pelota y estaba rodeado con uno, dos, tres jugadores, con poco espacio y siempre tenía ese momento en el cual sabía lo que iba a hacer y lo elegía. Eso es algo que muy pocos atacantes tienen”, cerró.