Cuando Piero Maza hizo sonar el pitazo final del Superclásico en Talca este domingo, con victoria de Colo Colo sobre Universidad de Chile, inmediatamente se inició la semana de la selección chilena al mando de Eduardo Berizzo. Después de la ducha respectiva y una moderada celebración, cinco futbolistas albos regresarona Santiago en una van privada.

Brayan Cortés, Bruno Gutiérrez, Vicente Pizarro, Luciano Arriagada y Jeyson Rojas fueron los consideradospara el nuevo microciclo de la selección Sub 23 que estuvieron ante la U. Daniel Gutiérrez completó el listado y ese mismo domingo llegaron hasta Juan Pinto Durán a ponerse bajo las órdenes del DT,Eduardo Berizzo.

Se trata de una de las diferencias más sustanciales en la rutina que impone el cordobés en la Roja. A diferencia de los tiempos de Martin Lasarte y Reinaldo Rueda, Berizzo no permite que los jugadores lleguen a sus casas y saluden a sus familias. Derechito deben irse hasta el búnker de avenida Las Torres, para iniciar los trabajos que impone el DT.

La razón es de tiempo y asistencia. El entrenador no quiere perder trabajo con el plantel y además de esta manera se asegura de que si existen jugadores con molestias físicas, sean examinadosbajo los estándares del equipo médico de la Roja, y no de los clubes. La presencia de los jugadores debe estar garantizada.

“Uno entrena y trabaja para esto. La selección es un orgullo máximo para un futbolista. Extrañaba esta sensación. Estuve con el profe Rueda y ahora estar con Berizzo era una de mis metas”, expresó el volante Matías Sepúlveda, uno de los dos convocados que aporta Audax Italiano en esta nómina.

Intensidad y ritmo, las premisas en los entrenamientos de Berizzo y Marcucci

Eduardo Berizzo ha sacado varias conclusiones desde que asumió la conducción táctica de la selección chilena. Ya dirigió una gira por Asia, donde la Roja disputó un amistoso y dos encuentros de la Copa Kirin. Y también ha liderado dos microciclosnivel Sub 23, con la excepción del portero Brayan Cortés. “Ahora me siento más joven, jajaja”, bromeó el iquiqueño luego del Superclásico, horas antes de unirse al equipo.

Y las sesiones en Juan Pinto Durán han sido muy exigentes. “En los entrenamientos muestra mucha intensidad, ritmo y movilidad”, reconoce Sepúlveda. Y dentro del staff del Toto hay una persona muy importante para los trabajos en cancha: se trata de Ernesto Marcucci.

Ernesto Marcucci, un hombre clave en la carrera de director técnico de Eduardo Berizzo. Foto: Carlos Parra.

Amigo de infancia de Berizzo, ex futbolista y abogado, ha acompañado al Toto en gran parte de su trayectoria como director técnico. Fue, de hecho, quien tomó el mando del Sevilla cuando el otrora defensor de la selección de Argentina fue baja por el tratamiento para superar un cáncer de próstata, a fines de 2017.

“No les puedo decir a los jugadores que pongan la pelota en el ángulo porque yo no lo hacía, pero sí puedo transmitirle mi experiencia desde otro lado. Sacrifícate, esfuérzate, estás en un lugar ideal, aprovéchalo y disfrútalo”, decía por esos años Marcucci, quien hizo algo de inferiores en River Plate, pero no llegó a debutar profesionalmente.

“Me costó mucho la decisión de dejar una profesión y adentrarme en otro mundo”, añadió el escudero de Berizzo, a quien también acompañó en la histórica campaña con O’Higgins, que logró su primer título nacional de la mano del trasandino, quien le ha dado mucha importancia al rol que uno de sus colaboradores más cercanos puede tener en la Roja.

Fernando Morelli es el preparador físico de Eduardo Berizzo y encargado de regular las cargas de trabajo después de la actuación de cada jugador el fin de semana

Hay respiros para reflexionar, pero el trabajo de intensidad vuelve rápidamente al ruedo, a cargo del profesor Fernando Morelli y de Sebastián Pascualito Rambert. El PF es encargado de nivelar las cargas después de la actividad del fin de semana.

Pero luego el balón vuelve a rodar, con mucha sistematización de movimientos y trabajos en bloque. Berizzo se mantiene reservado, pero muy involucrado en las labores. Y además, aprovecha de estar en permanente contacto con los otros técnicos de la Roja.

No pierde el tiempo. Antes de asistir un partido a de Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo aprovechó de ver a Barnechea en un duelo sin transmisión televisiva por Primera B. En el más absoluto anonimato, sólo acompañado por el jefe del departamento de scouting, Marko Biskupovic.

De la misma manera, el Toto mantiene una relación cercana con los cuerpos técnicos de las selecciones jóvenes, Milovan Mirosevic, Patricio Ormazábal y Hernán Caputto. Aparece durante sus trabajos y hace consultas. Berizzo quiere estar al tanto de todo para llegar a las próximas Eliminatorias con un trabajo consolidado, al que se puedan incorporarse los “veteranos” de la Generación Dorada.