Los Angeles Lakers sufrieron este lunes una dolorosa eliminación en la NBA. Fueron barridos por Denver Nuggets tras caer por 111 a 113 en el Crypto.com Arena y perdieron así la final de la Conferencia Oeste por 4-0. Los angelinos no tuvieron nada que hacer ante el poderío de Nikola Jokic y compañía.
Pero no se trata de una mala temporada para el equipo que lidera LeBron James y Anthony Davis. Tras un arranque de temporada horrible, la gerencia hizo los movimientos justo a tiempo para que a mitad de la campaña los Lakers sean otro equipo, metiéndose a Playoffs y eliminando a dos favoritos al anillo, como Memphis y Golden State.
Por lo mismo es que se presume que la franquicia intentará mantener a los nombres que hicieron competitivos a este equipo, como D’Angelo Russell, Rui Hachimura o Jarred Vanderbilt, además de apostar por la continuidad de LeBron y Davis, la dupla que los sacó campeones en la temporada 2020.
Sin embargo, el King sembró la duda sobre su futuro luego de la amarga derrota ante los Nuggets, donde tuvo dos veces la chance de anotar para forzar a la prórroga o directamente ganar el partido. En ninguna de ellas logró acertar y los Lakers se fueron eliminados.
Por lo mismo, dolido tras la situación, James señaló que “fue un viaje bastante guay (esta temporada). Pero no sé, no sé. No me gusta decir que fue un año exitoso porque no juego por nada que no sea ganar campeonatos en este punto de mi carrera. No es divertido para mí no ser capaz de ser parte de las Finales”.
“Pero veremos, veremos. Veremos lo que pasa más adelante. No sé, no sé. Tengo mucho en lo que pensar, siendo honesto, tengo mucho en lo que pensar. Solo personalmente siguiendo adelante con el deporte del baloncesto, tengo mucho en lo que pensar”, agregó.
Además, sobre Nikola Jokic manifestó que “siempre estás desequilibrado defendiendo a un jugador así por su habilidad para anotar, rebotear y tirar. Ve jugadas antes de que sucedan. No hay muchos jugadores en nuestra liga así. Ya sabía que íbamos contra una bestia antes de que empezara la serie”.
Más allá de sus errores finales, LeBron tuvo una noche para el recuerdo. A sabiendas que nunca se ha remontado un 0-3 en la historia de la NBA, lo dio todo por al menos llevarse este partido, descansando solo cuatro segundos en los 48 minutos de encuentro.
Además, estuvo a nada de lograr un triple doble, con 40 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias, con 15 de 25 en tiros de campo. Toda una proeza a sus 38 años.
Eso sí, algunos medios de Estados Unidos señalaron que sus crípticas palabras al final del encuentro fueron una forma de ponerle presión a los Lakers para armar un equipo competitivo la próxima temporada. De lo contrario, LeBron podría pedir un traspaso a otro equipo de la NBA.