Más de un mes pasó desde que Juan Cristóbal Guarello acusara a Charles Aránguiz de “reclutar jugadores” para Fernando Felicevich, para que el Príncipe saliera a defenderse.
Fue en entrevista con Las Últimas Noticias, donde el jugador del Inter de Porto Alegre respondió si es que llevó a Leonardo Valencia a la agencia de su actual representante.
En la charla, Aránguiz no sólo salió en defensa de Felicevich, sino que además salió a desmentir cada una de las acusaciones que realizó Guarello en su contra.
¿Qué dijo Aránguiz por las acusaciones de Guarello?
“Supe lo que habló Guarello y no me molesta porque no es algo grave, desde mi punto de vista. Pero me doy cuenta de que no está informado de la relación que pueda tener un jugador y un representante”, partió señalando el volante.
En esa línea, Aránguiz explica que “para empezar, a Leo (Valencia) lo conozco desde los 16 años. Es un amigo”, para luego repasar a Guarello, al indicar “que hable de que fui hasta su casa para convencerlo y llevarlo a la agencia que me representa, es no saber qué pasó“.
Al consultarle si reclutó jugadores, como acusa Guarello, el Príncipe afirma que “para nada, pues no tengo esa facultad de llevar jugadores. Él (Valencia) me dijo que necesitaba una persona de confianza que trabajara con él y me pidió que hablara con Fernando, y como es mi amigo lo ayudé”.
Finalmente, Aránguiz termina su defensa diciendo que “Guarello dice que soy reclutador. Si fuera así, me iría por lo más fácil y me llevaría a mis amigos”, citando su relación con Eduardo Vargas y Marcelo Díaz para ejemplificar.
¿Cuál es la relación de Aránguiz con Felicevich?
Cuando le preguntan cómo llega Valencia a trabajar con el agente, Aránguiz responde que “en mis vacaciones siempre voy a ver a mis amigos. Comemos asados y jugamos pichangas. Y ahí se dio la posibilidad de trabajar con Felicevich. Leo tenía otro representante (Edison Pereira) y tuvo problemas”.
Por último, sobre si le molestaron los dichos de Guarello, Aránguiz sostiene que “no me molesta, pero me da mucha pena por la gente que escucha y te apunta con el dedo y después te critica sin conocer la verdad. No pongo atención a lo que diga, lo que me duele es que la gente se queda con esa versión”.