Este fin de semana en el fútbol polaco se pudo ver una escena bastante curiosa. El jugador local Adam Dzwigala se pegó un tremendo rodillazo en la boca al intentar rematar el balón y terminó lesionado en el suelo.

Lo peor es que a los 28 minutos se fue expulsado, sin embargo su equipo, el Wisla Plock, pudo reponerse y derrotó por 3-0 como visita al Slask Wroclaw.