Luego del fracaso de la selección chilena en el Sudamericano Sub 20 de 2017, Víctor Dávila decidió probar suerte en el fútbol mexicano, con la camiseta del Necaxa. “Iba a ser lindo porque había compatriotas, se me iba a hacer fácil la adaptación, que quizás en otros países se me hubiera hecho más difícil”, reconoció el iquiqueño en conversación oficial con el sitio de la Liga Bancomer.
El mediapunta se ha convertido en una de las revelaciones de esta temporada en Mexico, con 23 partidos y siete goles por los Hidrorrayos. Y el ex Huachipato se toma las cosas en serio.“En Chile salen muy buenos jugadores. Lo que no tenemos eso sí, es la disciplina y profesionalismo. Varios se quedan en Chile por no ser disciplinados o profesionales. Pero sí hay una buena camada de jugadores y los que perseveran son los que van a llegar”, reconoce.
Según Dávila, el hecho de haber partido a México en ningún caso incomoda sus perspectivas futuras y su sueño de llegar al fútbol europeo. “Uno de pequeño sueña con ser jugador profesional y actuar en las grandes ligas. Si bien uno llega al fútbol chileno y se siente cómodo, porque es un buen fútbol que le encanta a cualquiera, después de eso uno va queriendo cada vez más y ahí se ven los jugadores que quieren sobresalir de Chile. Yo quería ser uno de esos”, asume.
“Estar en la liga mexicana es un paso importante en mi carrera. Primera vez que salgo de Chile y puede ser un gran paso para salir, el paso que me lleve a Europa y agrande mi carrera. Yo sentí que era un trampolín y lo económico también es importante, como los jugadores que llegan de Europa, o la intensidad que se ve en los partidos. A lo mejor todos lo ven como un paso para salir de América”, reflexionó el ex seleccionado.
Finalmente, Dávila valoró el aporte que recibió de su nuevo entrenador Ignacio Ambriz. “Soy un jugador inteligente. Puedo jugar simple, no me incomoda hacer las cosas simples y poder ayudar a mis compañeros. Tengo potencia en el tramo corto, que es donde puedo marcar la diferencias. Es lo que transmite Nacho Ambriz, la actitud, el la constancia de estar ahí, porque al principio no jugaba. Eso me marcó, fue donde empecé a hacer las cosas como quería el profe y ahora se ven los frutos”.
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