En un escándalo terminó el duelo de revancha por los octavos de final de la Copa Libertadores entre Santos e Independiente de Argentina. El fallo que le dio por secretaría el triunfo en la ida a los argentinos, en la antesala del compromiso de anoche, enardeció los ánimos y el partido debió suspenderse por incidentes.

La molestia del público y los jugadores brasileños era evidente. Y para que no quedaran dudas, apareció el delantero Rodrygo, la joya del Santos que fue vendida a Real Madrid en más de 45 millones de euros, para enrostrarle su responsabilidad a los organizadores de las competencias continentales.

“Conmebol, son unos hijos de puta”, exclamó el joven jugador luego de acercarse a la reja perimetral en Vila Belmiro, registro que rápidamente se viralizó y llegó hasta España, próximo destino del crack, donde además se destacaron las declaraciones posteriores de la perla.

“Creo que la afición hizo bien. Que ocurra una vergüenza de estas, la afición tiene totalmente la razón al hacer lo que hizo”, dijo tras el empate 0-0 que sentenció la eliminación de los brasileños y el paso del Rojo a cuartos de final.

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