Este sábado el Liverpool enfrenta al Real Madrid por la final de la Champions League en Kiev y la estrella de los Reds, Mohamed Salah, hace esfuerzos extradeportivos que lo han llevado a poner en pausa sus tradiciones.

De religión musulmana, el egipcio suspendió el ayuno correspondiente al Ramadán, tradición que cumplía desde el pasado 16 de mayo, pero que dejó de realizar hace algunos días pensando en el partido de mañana.

“Por lo que yo sé en Marbella sí hacía el Ramadán. Sin embargo, se estableció un plan para estos días. El jueves, el viernes y el día del partido no lo hará, por lo que no le va a afectar. Después de la final lo volverá a retomar”, sostuvo el fisioterapeuta del Liverpool, Rubén Pons.

La religión musulmana es estricta, sin embargo Marca se contactó en España con el Centro Cultural Islámico, organismo que explica que Salah no incumple tradiciones sagradas, pues estar a más de 77 kilómetros de su lugar de residencia le permite aplazar el ayuno por el Ramadán. Eso sí, tras el partido deberá “devolver” los días y realizar la tradición.

Donde no están muy contentos es en Egipto, pues la informaciones en el país de origen del futbolista establecían que el jugador disputaría la final en ayuna.