Yerry Mina no tuvo una buena temporada en el Barcelona donde llegó con gran expectativa, pero luego terminó sufriendo por su suplencia.
El defensa colombiano contó una anécdota que tuvo cuando llegó al equipo: “Cuando llegué, para generar buen ambiente, empecé a apostar con ellos quién pateaba mejor los tiros libres en el entrenamiento. Yo era por verlos. Cuando me di cuenta, todos los días me estaban quitando 50 euros. Y yo: “¡Cómo, les estoy dando para el mercado a estos tíos!” Pero la verdad es que esos monstruos la ponen donde quieren. Son estupendas personas y unos magos”.
Sin embargo fue pasando el tiempo y Mina ya no se sintió tan bien: “Pensaba muchas cosas. Muchas cosas malas. Pensé que estaba acabado. Tan mal me veía que Paulinho y Coutinho me alentaban todo el tiempo y me decían: “Tranquilo, que todo va a estar bien”. Yo entiendo que hay jugadores espectaculares, pero bueno, yo también quería tener un minuto. Pero no se dio. Y los pocos minutos que tuve, mal…”,
“Sentí por momentos que todo se me venía abajo, sentí que nada me salía, ni dar un pase en el entrenamiento”, finalizó.