Es una de las figuras del Campeonato Nacional con solo 18 años. César Munder nació en Cuba, de padre y madre isleña. A los doce años llegó a nuestro país y de aquí a fin de año espera obtener su carta de nacionalidad para jugar por la Roja y dejar el cupo de extranjero que limita su proyección en Universidad Católica.
Una movida que en la isla es tomada con pinzas. Y aunque el fútbol no es ni por poco una preocupación en Cuba, a través de las redes ya se puede encontrar la opinión de sus compatriotas sobre el presente del jugador que, en una entrevista a La Tercera, sentenció su postura.
“No soy balsero, ni gusano, ni desertor. Llegamos legalmente a Chile. Me vine gracias al Permiso de Residencia en el Exterior de mi papá. Él, al estar casado con una chilena, me permitía viajar sin ningún problema. Eso fue el 28 de diciembre de 2012”, explicó en mayo, cuando irrumpía en el primer equipo cruzado.
¿Y qué dicen en su país de origen? Hay muchos mensajes de apoyo a su decisión, en contraste con algunas críticas por su discurso. “Eres un cubano que le demuestra al mundo que eres quien quieres ser. Te felicito mucho. Sigue tu historia y recuerda donde naciste. Olvida de las piedras del camino solo, llega a la cima o al final de ese camino”, alienta el médico Juan Jesús Madrigal.
Ramsés Gutiérrez es un aficionado al béisbol de la localidad de Mazorra. Y a través de las redes expresó su apoyo. “Aprendan a respetar a la gente y no sean envidiosos, que a lo mejor en unos años está jugando fútbol al más alto nivel y representando a Cuba y a todos los cubanos. No importa dónde juegue, es cubano”, escribió.
El radiólogo Thavo Danger, radicado en Estados Unidos, adhiere. “No se dejen confundir. Él dijo lo que es correcto decir, lo mismo que debemos decir todos los que vivimos fuera de Cuba. Emigrar es un derecho que se le ha negado al pueblo de Cuba por años”, reflexiona.
Mario Lara, autor de El Nuevo Blog del Fútbol Cubano, sentencia que “el muchacho está claro, Chile le ofrece un futuro y una posibilidad concreta de jugar a nivel. ¿Cuba? Nada, al menos por ahora, la apatía de los dirigentes cubanos es realmente pasmosa”, cuestiona.
Junto a ellos también aparece una serie de mensajes críticos, desde el punto de vista político. Voces que Munder seguramente seguirá escuchando, pero que dejará de lado para cumplir su sueño en el fútbol profesional.
“Un día, jugando por La Habana el torneo nacional, no llegaron los árbitros. Ese fue el momento en que decidí que debía irme, porque no iba a triunfar. Es la verdad, porque a lo máximo que podía aspirar era a jugar la liga nacional, pero nada más”, reconoció el talentoso delantero.
Fotos: Agencia Uno