El 16 de octubre de 2008 fue una fecha histórica para el fútbol chileno. Después de 92 años en el profesionalismo, por primera vez la selección nacional derrotó a Argentina en un partido por los puntos. Fue 1-0, con gol de Fabián Orellana y una obra maestra de Marcelo Bielsa desde la banca. Inolvidable.
Y así como en Chile la prensa se rindió al rendimiento de la Roja, en Argentina la crítica fue durísima e implacable. “No somos nada”, tituló el Diario Olé después de la derrota. “Fue superado en toda la cancha”, agregó Página 12. “El equipo fue una lágrima”, decia Perfil. “El cachetazo que faltaba”, agregó La Nación.
En cambio, en Chile y el mundo se destacó la condición de histórica de una victoria que terminó sepultando a Alfio Basile como entrenador de la Albiceleste y comenzó a remecer una paternidad inalterable al punto de que la Roja ganaría sus dos Copas América ante Argentina, años más tarde.
Y [[Marcelo Bielsa]] se tituló de ídolo.
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