Una verdadera sorpresa se conoció este lunes tanto en Argentina como en Chile. Pese a que todos los caminos parecían conducir a la MLS, se dio a conocer que Paulo Díaz le cerró la puerta al Inter Miami de Lionel Messi y compañía. El defensor nacional, que parece vivir sus últimas horas en River Plate tras una temporada irregular, sorprendió al mundo futbolístico al desestimar la opción de jugar con el astro argentino.
Si bien en un inicio se especuló con diversos factores -desde su histórico roce con Maximiliano Falcón hasta un último intento por pelear un puesto de titular en Núñez-, finalmente se destapó el verdadero motivo de su negativa al reciente campeón de los Estados Unidos.
El motivo por el que Paulo Díaz rechazó al Inter Miami
Durante la tarde de este 22 de diciembre, BioBío Chile informó que, si bien existieron acercamientos reales entre el equipo de las “Garzas” y el formado en Palestino, el zaguero de 31 años rechazó la propuesta por estrictos motivos familiares. El objetivo de este jugador no es otro que privilegiar su retorno al país.
De acuerdo al medio citado, Díaz está a la espera de concretar su fichaje en algún club nacional para la temporada 2026. Ante este escenario, Colo Colo asoma como uno de los principales clubes que podrían interesarse en repatriar al seleccionado chileno. En Macul buscan con urgencia hasta dos defensores para cubrir las bajas de Sebastián Vegas, Emiliano Amor y la inminente partida de Alan Saldivia.
¿El otro candidato? Universidad Católica, conjunto que tiene Copa Libertadores el 2026, y que ha mostrado interés concreto por contar con el defensor nacional en sus filas, según información dada a conocer por Bruno Sampieri.
Sin embargo, el retorno de Paulo Díaz al fútbol chileno no será una operación sencilla. El defensor mantiene contrato vigente con River Plate hasta diciembre de 2027 y cuenta con una cláusula de salida fijada en 10 millones de dólares, cifra que asoma como el principal tope para cualquier club que pretenda quedarse con su firma en este mercado de pases.
