Javier Altamirano no sólo llegó al estadio Único Madre de Ciudades para dejar su aliento, pue también fue una especie de oráculo en Estudiantes de La Plata. El cuadro Pincharrata se coronó campeón de la Copa de la Liga en Argentina mediante los lanzamientos penales.
Una vez más tuvo a Matías Mansilla como protagonista: el arquero que fichó el León tras el desaire de Brayan Cortés tapó tres remates. Pero el poder anticipador de Altamirano tuvo que ver con el autor del gol del equipo de Eduardo Domínguez en el tiempo regular.
Corrían 14′ cuando el colombiano Edwuin Cetré encontró libre a Eros Mancuso. El exjugador de Boca Juniors no lo pensó mucho: se acomodó y sacó un derechazo que dejó sin opción posible al portero de Vélez Sarsfield, Tomás Marchiori. El festejo del defensor de 25 años fue dedicado al talentoso volante ofensivo chileno.
“Es un recuerdo hermoso que nos quedará para nuestras vidas. El festejo fue para Javi Altamirano. Me dijo ‘vas a hacer un gol y lo vas a celebrar así‘ que es no sé qué chino”, reconoció Mancuso en un diálogo con Fútbol 1 de ESPN. Ante la cámara, repitió la celebración que hizo tras su golazo.
Altamirano apareció en la escena y confirmó la felicidad que sintió tras la consagración ante el equipo adiestrado por Gustavo Quinteros. “Varios me hicieron emocionar. Y yo soy frío, pero me hicieron emocionar estos boludos. Bien, me hicieron sufrir”, afirmó el exjugador de Huachipato.
Javier Altamirano, el oráculo de Estudiantes de La Plata campeón de Argentina
Javier Altamirano reveló que su faceta de oráculo fue durante una de las comidas del día del plantel de Estudiantes de La Plata. Con el correr de las horas, la premonición del zurdo mediocampista chileno se hizo realidad. Hasta con dedicatoria especial para él.
“Le dije en el almuerzo que hiciera así, un corazón japonés. En vez de hacer así (gesto habitual del corazón) se hace así”, explicó Altamirano tras la felicidad que vivió fuera de la cancha gracias al inédito tricampeonato que consigue en seis meses. Aunque en rigor apuntaba a una señal que proviene del K-Pop: una suerte de corazón coreano.
De todas formas, fue una especie de amuleto para Mancuso, aunque fue sólo durante el partido: en la tanda, el carrilero derecho no pudo con Marchiori, quien le tapó el tiro desde los 12 pasos. Pero de todas maneras, el título fue hasta las vitrinas Pincharratas. ¡Y con un premonitor chileno de momentos felices!
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