River Plate quedó con un sabor amargo después de la eliminación de Copa Libertadores a manos de Palmeiras, pese a la victoria millonaria en Sao Paulo (2-0). Los argentinos quedaron a un gol de igualar la serie y no les alcanzó con el triunfo.
Pero hubo una jugada que pudo cambiar todos los planes y seguramente Marcelo Gallardo se está tomando la cabeza. El árbitro uruguayo Esteban Ostojich dejó pasar un claro golpe del arquero Weverton sobre Paulo Díaz en los descuentos, que pudo convertirse en el 3-0.
La instancia no fue advertida sino hasta después del partido y el VAR parece ni siquiera haberlo revisado. Fue en los descuentos, cuando un centro de Julián Álvarez fue despejado por Luan, mientras a su espalda los puños de portero brasileño impactaban al defensor chileno.
Díaz cayó al suelo por el golpe, visiblemente contundido, pero la vorágine del partido impidió siquiera que los jugadores de River le hicieran ver la falta a los jueces, que dejaron correr el reloj hasta pitar el final al minuto 90’+8.
El zaguero de la selección chilena había estado cerca del gol en el inicio del encuentro, cuando un remate suyo desde fuera del área casi sorprende a Weverton, que envió al corner. Precisamente de esa jugada salió el 1-0 de Robert El Sicario Rojas.
Palmeiras jugará la final de la Copa Libertadores con presencia de Benjamín Kuscevic en el plantel, ante el ganador de la serie entre Santos y Boca Juniors, que definen esta tarde después de la igualdad sin goles en la ida.