Palmeiras y Santos disputan a esta hora la gran final de la Copa Libertadores 2020. Los elencos brasileños chocan en el Estadio Maracaná en un caliente partido, pero que no ha estado lejos de la polémica.
Y es que pese a que no están autorizados los hinchas por la pandemia del coronavirus, cerca de 8 mil personas están en el recinto. Una medida autorizada por el gobernador del Estado de la ciudad de Brasil, Claudio Castro, quien días atrás reveló que el 10% de su capacidad estaría disponible.
Pero la situación ha generado una ola de críticas en redes sociales. Esto, debido al comportamiento de los presentes (invitados de los clubes, auspiciadores, dirigentes y trabajadores). Gran parte de ellos se ha visto sin mascarilla, gritando y sin respetar las medidas recomendadas para evitar la propagación del virus.
Un hecho que la Conmebol tendrá que salir a aclarar, ya que el hecho pone en riesgo no solo a los jugadores, sino también a quienes están en el recinto, que como si fuera poco los tiene aglomerados en un mismo sector.