Otra vez el racismo ensució el fútbol mundial. Esto porque el ‘Derby de Londres’, entre Chelsea y Tottenham, estuvo marcado por cánticos discriminatorios contra el defensor nacionalizado alemán y oriundo de Sierra Leona, Antonio Rudiger, por parte de la fanaticada de los ‘Spurs’.

Todo inició cuando Son Heung-Min lanzó una patada desde el suelo al defensor de los ‘Blues’, provocando que fuese expulsado el coreano. Desde ese momento, el zaguero fue el foco de los cánticos racistas y, cada vez que tocaba el balón, recibía gritos de “mono” desde las gradas.

Si bien por los altavoces del estadio se advirtió en tres ocasiones a los seguidores que dejasen de realizar los cánticos, no hubo aceptación y el partido continúo sin normal desarrollo, pese a que la UEFA establece en su reglamento que se debe suspender el encuentro en estos casos.

Terminado el encuentro, José Mourinho, técnico de Tottenham, se mostró muy afectado y expresó su malestar por la situación. “Es algo que me pone triste. Odio el racismo en la sociedad y lo odio en el fútbol. Estoy decepcionado porque estas cosas siguen pasando”.

Por su parte, Rudiger ocupó sus redes sociales para expresar sus descargos. “Es realmente triste volver a ver racismo en un partido de fútbol, pero creo que es muy importante hablar de ello en público. No quiero culpar al Tottenham, ya que sé que solo un par de idiotas fueron los delincuentes”.

Agregó que “Realmente espero que los delincuentes sean encontrados y castigados pronto… Debe haber testigos en el estadio que vieron y escucharon el incidente. Es una pena que el racismo todavía exista en 2019. ¿Cuándo se detendrá esta tontería?”.

En tanto, desde el club londinense (Tottenham) señalaron a través de un comunicado de prensa que buscarán a los responsables para efectuar sanciones.