A menos de dos semanas del comienzo del Mundial de Qatar 2022, el premio a la voltereta del día fue para el ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter. El suizo se tardó doce años en reconocer que se equivocó en llevar la Copa del Mundo al emirato. “La elección de Qatar fue un error y asumo mi responsabilidad porque yo era el presidente de la FIFA”, explicó.
Pasó mucha agua bajo el puente y hoy esas palabras le sacanuna sonrisa a Harold Mayne-Nicholls, quien encabezó el comité de evaluación de las sedes mundialistas que desaconsejó ir a Qatar en 2010. Por eso, en diálogo con Redgol, advierte que el mea culpa de Blatter “es lo que en el fútbol llamamos llegar tarde”.
“Lo que dice, que el Mundial es para países grandes y un montón de otros argumentos, lo dije en conferencia de prensa cuando dejamos Qatar, el 14 de septiembre de 2010. Lo ratifiqué en el informe y lo dejé súper claro. Eso en términos reales me costó siete años de castigo”, asume el dirigente chileno, que fue inhabilitado por la FIFA y luego amnistiado por el TAS.
– ¿Qué elementos complicaban a Qatar frente a las otras sedes?
“El tema del calor era el primero de todos, evidentemente, porque los partidos sufrirían un daño terrible si se jugaban como en ese momento se decía, entre mayo y junio. Eso iba a generar un tremendo problema desde todo punto de vista”.
“En segundo lugar, estaba el tema de la logistica. No es fácil montar un Mundial en una sola ciudad y la única oportunidad en que pasó fue en 1930, en Uruguay. Y de ahí en adelante siempre se jugó en muchas ciudades. Incluso los Juegos Olímpicos se juegan en muchas ciudades por lo mismo. Esas dos cosas las dije”.
“El tercer motivo, que no era menor, era lo que iba a rodear el Mundial por ser un país chico. En Estados Unidos (otra de las sedes), aproximadamente cinco millones de personas iban a ir a los partidos, por la capacidad de los estadios. En Qatar no se van a superar los tres millones de espectadores”.
“Yo decia que habia un beneficio social tremendo, porque habían dos millones de personas más que podrían disfrutar del Mundial, con las consecuencias económicas que eso trae. En ese sentido, la candidatura de Estados Unidos era superior a la de Qatar”.
“Me atrevería a decir que el Mundial de Qatar será excepcional”
Mas allá de la inhabilitación por siete años que recibió Harold Mayne-Nicholls por sus críticas al proceso, y que revirtió años después el TAS, el dirigente nacional cree que su trabajo terminó siendo aporte para el próximo mundial. “Después, Joseph Blatter dijo que el mejor informe que recibió en toda su carrera en el fútbol fue el que hicimos nosotros”, resume.
– ¿Usted se opuso al Mundial en Qatar?
“No, yo no tenía derecho a oponerme. Pero sí a informar que de todas las sedes que se proponían para el Mundial, la de Qatar reunía menos requisitos positivos en 2010. Pero esa no es la situación de hoy. Me atrevería a decir que este será un Mundial excepcional, aunque más de alguien no podrá llegar a la hora a un partido. Pero el Mundial será espectacular”.
– ¿Influyó el trabajo que hizo el equipo de evaluación?
“Creo que va a ser un gran Mundial, me voy al próximo viernes a Qatar y tiendo a creer que tomaron el informe que hicimos y actuaron para que no se vean esas falencias. Lograron lo más difícil, que era el tema de cambiar la fecha, que se juegue ahora. Ellos hicieron un cambio en la cultura del futbol con el Mundial en esta fecha, y será uno de los mejores de la historia”.
– ¿En qué basa su optimismo?
“Desde mi punto de vista, en lo futbolístico se vaa dar que los jugadores de las ligas sudamericanas van a llegar mucho mejor preparados que lo habitual, porque lo harán después de que hayan terminado sus competencias y después de un periodo del descanso. Y los latinos de Europa llegarán bien preparados y en el peak de su rendimiento. Esa combinación va a permitir un muy buen Mundial en términos futbolísticos”.
“Además, se suma la tecnología de las canchas. He seguido a Qatar desde que se le asignó la sede y el pasto es de primer nivel. Con Gabriel Batistuta fuimos a un partido en 2010. Afuera había 40°C de temperatura, y cuando llegamos a la cancha, entramos y estaba fresquita. Ellos enfrían la cancha,’Si quiere, bajamos la temperatura un poco más’, nos dijeron”.
“El único problema será para los hinchas que se demoren más en llegar, además del tema de los trabajadores y de la inclusón. Pero me imagino que todo el mundo podrá adaptarse. Es un tema extraño desde mi punto de vista, porque nuestra sociedad los tiene completamente aceptado e incorporado. Uno tiene que respetar a otro”.