Quedamos todos locos. El arbitraje de Wilmar Roldán en el duelo entre Chile y Canadá fue escandaloso. La Roja quedó eliminada en un duelo de evidentes malos cobros y los hinchas de la Selección estallaron.

La principal causa del odio chileno hacia el arbitraje tienen que ver con una jugada específica, a los cuatro minutos de juego, cuando Bombito le pegó un tremendo codazo a Rodrigo Echeverría, sin siquiera tener la pelota en juego.

En vez de revisar la jugada, que era evidente y que repitieron sin cesar en la transmisión televisiva, el VAR ni siquiera llamó al colombiano y el juego siguió. Otra actitud tuvo en el cruce de Gabriel Suazo, en el que el chileno se ganó su segunda amarilla.

Expulsión por un lado y ni siquiera amonestación o llamada desde el VAR por el otro. Eso fue lo que sacó canas entre los aficionados chilenos, que estallaron contra el árbitro. El que dirigió ese odio fue Jorge Peineta Garcés.

Indignación

Es sabido que Jorge Garcés no se queda con las palabras atragantadas. El ex técnico de Santiago Wanderers y la Roja, entre otros, se mostró profundamente molesto por el tema de los arbitrajes en Copa América.

“Hace tiempo que estamos viendo cómo se manejan los partidos, no nos puede extrañar lo que sucede. Pasó con Argentina, en partidos decisivos. A mí nada me sorprende”, señaló al respecto el Peineta, quien enfatizó en la ausencia de Vidal y de Medel en la nómina, lo que, a su parecer, fue decisivo en el desempeño nacional.

“En situaciones como las de hoy se demuestra que nos faltan jugadores de peso, como Vidal o Medel. También faltó Claudio Bravo, jugadores de peso. Los que estaban en la cancha se dedicaron a jugar y listo”, enfatizó el ex DT de la Roja.