Los lamentables hechos ocurridos el pasado jueves durante el duelo entre Colo Colo y Fortaleza por la Copa Libertadores cayeron como un balde de agua fría para la administración de Blanco y Negro. La trágica muerte de dos menores de edad supuso un duro golpe a una institución que cumpliría este 19 de abril cien años de historia.

Así lo anunció este lunes la concesionaria que administra al Cacique. Carlos Caszely, leyenda y figura de este Centenario, fue el encargado de comunicar la cancelación de todas las celebraciones, incluyendo la esperada cena con históricos del club y el festival “Albopalooza” que reunía a grandes estrellas musicales.

Es en este escenario donde muchos hinchas comenzaron a expresar su inquietud respecto al futuro del “Nuevo” Estadio Monumental, un ambicioso proyecto de renovación que contemplaba la presentación de su maqueta esta misma semana, específicamente el sábado 19 de abril.

La suspensión del ‘Centenario’ deja en el aire el futuro del Monumental

Dentro del “renovado programa” anunciado por Caszely esta jornada no hubo mención alguna a la maqueta del nuevo estadio. En cambio, solo se confirmó una conmemoración en el Cementerio (General) y la inauguración de la estatua de David Arellano en el recinto de Macul, cerrando las palabras con un contundente “es lo único que hay hasta el momento”.

Este silencio respecto al proyecto ha generado preocupación en la hinchada alba, que ve en esta situación un nuevo traspié para la tan esperada remodelación.

A esto se suma otro factor que complica aún más el panorama: La inminente salida de Harold Mayne-Nicholls. El expresidente de la ANFP, quien ha liderado el proyecto del nuevo estadio, dejará su cargo el próximo 19 de abril para enfocarse en su carrera política, lo que tendría a la iniciativa sin una “cabeza visible” a partir del domingo 20.

Si bien los lamentables hechos del partido ante Fortaleza evidencian aún más la urgencia de modernizar el estadio, las eventuales sanciones que podría recibir Colo Colo por parte de la CONMEBOL -el golpe financiero que implicaría el jugar sin público o incluso quedar fuera de futuras ediciones- amenazan con retrasar aún más un proyecto que, para muchos, ya ha tardado demasiado.