El arbitraje chileno sumó un nuevo escándalo. Tras actuaciones cuestionables como la de Cristián Garay y el gol viciado que validó para Everton, y el duro castigo que recibieron las juezas Cindy Nahuelcoy y Loreto Toloza, ahora otra grave situación afecta al referato nacional.
Según detalló La Tercera, un réferi fue denunciado por acoso en una fiesta que el sindicato de árbitros celebró en la sede de la ANFP. El 1 de mayo, los jueces se juntaron a celebrar el Día del Trabajador y el festejo terminó de la peor manera: con un árbitro ahora investigado.
Pocos días después de la juntada en Quilín, se abrió una investigación a cargo de Miguel Ángel Valdés, el Oficial de Cumplimiento de la ANFP, debido a lo ocurrido. El juez apuntado es Franco Jiménez, un árbitro que suele ser asignado para los partidos de la Primera B.
Jiménez desapareció de las designaciones arbitrales tras la apertura de la investigación y, aunque todo se mantiene en reserva, La Tercera asegura que el resto de los árbitros entiende que la marginación tiene que ver con que intentó seducir a una jueza del plantel de proyección.
La denunciante elevó la situación a la Comisión de Árbitros y estos a la Comisión de Cumplimiento, y es el Tribunal de Honor el que deberá determinar una sanción para el juez implicado. Según agregó el diario nacional, la denuncia también llegó a la Fiscalía.
El repudiable acto se suma a las grandes últimas polémicas del referato nacional, que no se han detenido desde el escándalo que sacó a Javier Castrilli de la Comisión de Árbitros. Esta misma semana el arbitraje sufrió otro golpe cuando Nahuelcoy y Toloza acusaron que Roberto Tobar fue el “ideólogo” de su denuncia contra Julio Bascuñán, la que les costó a ambas 40 fechas de castigo.