Mucho se habla sobre él, pero pocos saben verdaderamente quién es Fernando Felicevich. No se convirtió de la noche a la mañana en el magnate del fútbol chileno y una parte de su trayectoria insinúa estar marcada por la casualidad.
Con 55 años y viviendo muy lejos de Chile, Fernando Felicevich es sindicado como una especie de mano negra que actúa por detrás del acontecer de los clubes y la Selección. Su empresa, Vibra Holding Spa, representa a cerca de 150 jugadores.
Su imperio fue construído desde cero. O, bueno, prácticamente. Llegó a Chile desde su tierra natal, Argentina, cuando se desató la crisis del otro lado de la Cordillera. En 2002 pisó la tierra que lo llevó a la riqueza y a poseer una mansión en el acomodado barrio de Florida, Key Biscayne.
Pero, tal como se señaló, hubo ciertas casualidades que permitieron que el camino de Felicevich se pavimentara en suelo chileno. La más importante estuvo ligada con su tierra natal, San Nicolás.
De Lenci a Alexis
Una vez en Chile, Fernando Felicevich se contactó con un viejo conocido de San Nicolás, ciudad al extremo norte de la Provincia de Buenos Aires. Se trata del ex jugador de Universidad Católica, Pablo Lenci.
Como Fernando Felicevich había estudiado publicidad, Lenci decidió que era buena idea llevarlo a la negociación con el club, por allá por 2003, instancia en la que la intervención del actual magnate del fútbol fue trascendental. De allí en adelante, su mundo estuvo para siempre ligado al fútbol.
En Universidad Católica se hizo cercano con Arturo Norambuena y Patricio Ormazábal. El primero de ellos fue muy importante en el desarrollo de los hechos, pues fue su contacto con Cobreloa, un tiempo después.
Sin embargo, no fue el único contacto valioso que hizo en sus inicios en Santiago. Fernando Felicevich trabó una amistad y un nexo laboral con Pablo Tallarico, dedicado en ese entonces a la representación de jugadores. Junto con él formó la empresa Vibra Marketing Deportivo S.A. Al tiempo, cada uno tomó su rumbo, pero con un Fefé (como lo conocen coloquialmente) ya posicionado en el mundo del fútbol.
Volviendo a Calama, el nexo con Arturo Norambuena fue trascendental en el primer gran negocio de Felicevich: la representación de Alexis Sánchez. Fefe hizo el nexo con Colo Colo y de ahí logró que el joven talento saliese al Cacique.
De Alexis a Vidal y de ahí a la televisión
Nexo hecho con Colo Colo y de ahí a la gloria. Los futuros contratos cerrados con jugadores comenzaron a multiplicarse. De hecho, Arturo Vidal también cayó, por aquellos tiempos, en la órbita de Felicevich.
A partir de allí, ha multiplicado su número de representantes, hasta llegar a 184 jugadores en 2024, tal como lo señaló La Tercera. Pero, no se queda en la representación deportiva, también tiene bajo su manto a personajes televisivos como Julio César Rodríguez, Pamela Díaz y Fabrizio Copano, entre otros.
Actualmente, su nombre ha estado en la palestra, debido al cruce de jugadores que se hacen desde algunos clubes chilenos hacia otros. De hecho, su última “gran guerra” fue dada a conocer por Juan Cristóbal Guarello, quien señaló que entre la Universidad de Chile y Felicevich los puentes parecen cortados. Todo debido a la fallida llegada de Eduardo Vargas.