Varios clubes chilenos ya retomaron sus entrenamientos, y Santiago Wanderers es uno de ellos, situación que tiene complicado al delantero de los Caturros Sebastián Ubilla.
Lo que ocurre es que el ex Universidad de Chile vive un drama familiar, debido a que su hija tiene problemas respiratorios, por ello tiene mucho miedo a contagiarse de coronavirus y poner en riesgo a la menor, por ende sale con temor a su trabajo.
“Me costó mucho salir. Antes de la cuarentena me vine a la casa de mis papás en Quilpué, porque tenía que entrenar. Hace dos años, mi hija la tuve que internar dos semanas con oxígeno por un problema pulmonar. Ella ya tiene pulmones débiles e imaginen que le pase algo, se me va a la mierda. Entonces salgo con un miedo terrible”, indicó el atacante de Wanderers.
Ubilla le contó del problema al su entrenador Miguel Ramírez, quien junto al cuerpo técnico le dieron todas las facilidades posibles para que no tuviera problemas, y si no podía asistir a los entrenamientos en Mantagua, no era problema.
“Me dijeron que si yo no estaba seguro, podía no volver a entrenar. Pero fue una decisión familiar, el fútbol me apasiona, es todo y tomando los resguardos, dije que iba a entrenar a igual, cumpliendo todos los protocolos”, explicó.