Una particular escena se vivió el pasado jueves 21 de abril, cuando por el torneo de Primera B se enfrentaron Deportes Puerto Montt y San Luis, donde en una escena de la televisión se pudo ver la mano del portero quillotano Brayan Manosalva recogiendo monedas del pasto sintético del estadio Chinquihue.

Es que el meta recibió una lluvia de monedas de parte de la parcialidad local, cuando el juez del encuentro Felipe Jara puso fin al partido que terminó por 1-1.

“Que triste ver esa imagen donde manosalva muestra monedas y encendedores. No es bueno para el fútbol y es peligroso para él. Si una de esas cosas caían en su cara o su cabeza otra historia estaríamos contando”, comentó Gonzalo Fierro, comentarista del encuentro.

Un hecho particular, pero que fue detallado por el propio Manosalva en entrevista con el diario Las Últimas Noticias, donde contó el momento y el monto que le tiraron.

Manosalva recogiendo las monedas en el Chinquihue.

“Fueron monedas y encendedores. Eran como mil 700 pesos, recuerdo que era una moneda de $500 y el resto puras de $100. También dos encendedores. Esta vez me tocó jugar con la barra en contra atrás, íbamos ganando, no se les estaban dando las cosas y me las tiraron. Por lo visto las tiraron con bastante fuerza porque la galería está lejos de la cancha. La mayoría de las monedas estaban dentro del arco y en el área chica”, revela el portero.

El arquero de 25 años asegura que una vez terminó el duelo comenzó a caminar por la portería y a recoger los proyectiles que le habían lanzado uno por uno, para llevarlos al árbitro quien se puso a reír.

Los locales igualaron el marcador cuando quedaban 14 minutos por jugar.

“Le dije al árbitro todo lo que me habían tirado, que debía estar más atento, pero nada fuera de contexto porque uno entiende que es parte de. En el segundo tiempo sucedió todo, yo estaba muy concentrado en el juego y cuando hacía los saques de fondo y me acercaba mucho más a mi arco se notaba que caían varias monedas. Es la primera vez que me lanzan cosas, el arquero está más acostumbrado a los insultos, los gritos, aunque todo es parte de la profesión”, detalla Manosalva.

Eso sí, la mayor preocupación asegura que se la llevó su familia, quienes estaban preocupados por su salud y por saber si algo le había llegado a la cabeza.

“En general el deporte es raro, la gente está más agresiva y mi familia me llamó después del partido, preocupados, porque estoy recién jugando. Siempre pendientes de los partidos.Este día en Puerto Montt mi mujer estaba preocupada, pero dentro de todo hay que acostumbrarse a cómo está la situación. ¿Qué hice con las monedas? Se las pasé a un caballero que estaba ahí, no sé quién será. Me topé con un ex compañero, le cambié la camiseta y le pasó todo a este señor de Puerto Montt”, finaliza.