Este lunes 22 de mayo, Arturo Vidal celebró su cumpleaños 36 en medio de un delicado momento. Y el mejor regalo lo recibió en su arribo a Chile junto al Flamengo, donde un gran número de personas llegó a saludarlo y así darle el cariño que no está recibiendo en Brasil.
El King se ha transformado en uno de los jugadores más criticados del Mengao luego de un inicio de temporada para el olvido, donde perdieron varios títulos con un rol protagonista como titular con Vítor Pereira. Esto hizo que los hinchas olvidaran la Copa Libertadores y la Copa do Brasil del 2022, ratificando algo que los fanáticos en nuestro país piden a gritos: su regreso debe ser ahora o nunca.
Flamengo llegó a Chile para enfrentar a Ñublense durante la noche del lunes y ahí Arturo Vidal fue el hombre más solicitado. El bicampeón de América recibió el cariño de un gran número de hinchas que llegó a verlo y así poder tener de cerca a un ídolo que la rompió en Europa con Bayer Leverkusen, Juventus, Bayern Múnich, Barcelona e Inter de Milán. No obstante, la historia ha sido totalmente distinta en el Flamengo, algo que obliga a replantearse las cosas.
Si bien su sueño era jugar en Brasil, las cosas no han resultado como lo esperaba. Los primeros meses los supo coronar con dos títulos importantes, pero en 2023 pasó del cielo a la tierra, siendo foco de críticas, pifias y burlas de parte de la parcialidad rubro-negra y la siempre incendiaria prensa brasileña. De hecho, este último punto lo ha llevado a hacer varias publicaciones, mandando a callar a medio mundo y creyendo que sus enemigos es la misma prensa que disfruta compartir en sus redes sociales cuando se habla bien de él.
Es ahí donde uno se pregunta si es ahora o nunca el momento para que Arturo Vidal vuelva a Chile. Puede que incluso el propio volante se lo pregunte después de lo ocurrido con los fanáticos en Concepción. Y lo cierto es que, a vista de todos, no existe una mejor instancia para que lo haga. Porque pese a su incansable deseo de dar vuelta la situación, en la vida no es malo aceptar cuando no te quieren en un lugar. Jorge Sampaoli le dio la confianza, pero con el correr de los partidos lo ha ido dejando en el banquillo, algo que refleja lo que significa para el DT de cara a lo que resta de temporada. Y en nuestro país hay muchos que lo esperan.
Su nombre se ha vinculado a Colo Colo ya en varias oportunidades, pero más allá de eso, el simple hecho de retornar le daría valor a un fútbol chileno cada vez más por el piso. La Generación Dorada no ha tenido un gran regreso y todo apunta a que varios otros no piensan en hacerlo, como ocurre con Claudio Bravo y sus ganas de continuar en el Betis; Gary Medel manteniéndose en Italia y tentado por Qatar; y Alexis Sánchez como figura en el Olympique de Marsella.
Pero con Arturo Vidal es distinto. Él ya está cerca, ya sabe que lo único afuera puede ser por dinero como en México o Arabia Saudita… y cuanto más podría necesitar entre todos sus proyectos fuera de la cancha, con la hípica de por medio. Su deseo de ganar, ese que lo llevó a hacer historia con la selección, lo puede repetir con algún club que pague lo que vale. Los reyes dan la pelea por su gente y en Brasil no la tiene, pero en Chile sí y así se lo demostraron en Concepción.
Un regreso de una figura como la suya puede ser también un gancho para que los niños que lo han admirado por años puedan estar más cerca suyo, que vuelvan a los estadios y así también lo hagan las familias, sacando a los tontitos que nos tienen haciendo noticia por incidentes y no por lo que somos capaces de hacer con la pelota en los pies. Como se dice en el barrio, es un win-win por donde se le mire.
Dejar pasar más tiempo puede ser un error garrafal, porque para un puesto como el suyo se necesita físico rendir y no olfato goleador de delantero o trayectoria de arquero. Con su experiencia incluso puede hacerlo desde afuera de la cancha, pero si no es ahora, más adelante no valdrá la pena. Casi no hay volantes de más de 36 años jugando en Primera División, salvo contados casos, y eso debería dejarle clara la película.
La decisión la tendrá el propio Arturo Vidal, quien debe decidir qué hacer con su carrera. Aquí en Chile, como quedó claro en Concepción, lo espera un país agradecido, un fútbol que necesita de líderes para salir del pozo en el que lo tienen y que, por sobre todas las cosas, no olvida que el Rey ya conquistó suficiente afuera. Ahora es momento de hacerlo en la tierra que lo vio nacer. El regalo de cumpleaños que recibió en el Sur debe ser suficiente para abrir los ojos y así no arrepentirse.