Los más tranquilos llaman a no escandalizarse, que Universidad Católica va cuarta a tres puntos del líder del Campeonato Nacional. Pero los más termos ven que el equipo que por tres años dominó sin contrapeso el fútbol chileno, comienza a fracturarse.

La UC vive un momento de tensión. Así lo confirmó la pelea que protagonizaron Edson Puch y Diego Poyet a principios de semana. El delantero, pese a ser bastante más bajo que el hijo musculoso de Gustavo Poyet, se fue a los empujones y el DT cruzado tuvo que separar.

Pero las lecciones no parecen aprendidas. Así se revela de un nuevo ingrediente que se agrega al complejo presente del cuadro franjeado. Según el diario El Mercurio, el mismo Diego Poyet tuvo un nuevo altercado, esta vez con el goleador del equipo, Fernando Zampedri.

"Si el martes fue Edson Puch quien protagonizó una fuerte discusión con Gustavo Poyet, ayer fue el turno de Fernando Zampedri", indica el matutino, en alusión a la práctica de este miércoles en el estadio San Carlos de Apoquindo.

"El conflicto con el vástago de Poyet nació por culpa de un tema recurrente en San Carlos: la poca credibilidad que genera el cuerpo técnico, tanto en referentes como en los futbolistas jóvenes, el escaso protagonismo que tiene el equipo cada fecha y lo náufrago que se ve al 'Toro'", profundiza la información.

El delantero argentino se ha mantenido como goleador de la UC desde el año pasado, cuando marcó 28 tantos en 45 partidos. Hoy sus números son ligeramente menores (ocho goles en 17 presentaciones), pero ha sido continuamente amonestado por su comportamiento.

 

 

Lo cierto es que los detalles incómodos se van sumando y pintan un cuadro complejo para la UC, que recibirá este sábado a Deportes La Serena en una nueva jornada del Campeonato Nacional, esta vez con la necesidad imperiosa de una victoria.

Los cruzados llevan sólo un triunfo en los últimos diez partidos, lo que les costó las eliminaciones de la Copa Chile y la Copa Libertadores, así como la pérdida de los lugares de vanguardia en la liga. Un huracán que tiene a Poyet en el ojo de todos.