La Ophiophagus Hannah es la serpiente venenosa más grande del mundo. Y si bien no se ve por estos lados, ¿qué harías si te la topas en algún viaje por el Sudeste Asiático?

Esto fue lo que le pasó a un soldado malayo, quien se topó a la bicha en un camino de tierra. Pidió que lo grabaran porque aseguró que la controlaría y así fue.

Tranquilamente, se plantó de frente y la apuntó con la mano. Le tocó la cabeza y logró domarla antes de que lo atacara.

¿Cómo se verían en ese escenario?

Ésta es la Ophiophagus Hannah: