En una teleserie se ha convertido el set de Rápido y Furioso 10, después de que el director Justin Lin decidiera abandonar la producción apenas a una semana de iniciar el rodaje, supuestamente por tener problemas con la principal estrella de la franquicia, Vin Diesel.

Pero ahora un nuevo reporta apunta a que los inconvenientes entre el realizador y el actor no habrían sido la única razón que tiene a la producción de Universal tambaleando contra las cuerdas.

Una nueva publicación de The Hollywood Reporter dio cuenta de que hay múltiples otros factores que llevaron a reventar la bomba que incluso tiene a la pandemia como uno de sus detonantes.

¿Qué problemas han tenido en el set de Fast X?

Según THR, uno de los elementos que elevó la tensión en el set es la presión que existe sobre la película, debido a que la entrega anterior sólo pudo recaudar 726 millones de dólares por las restricciones impuestas a los cines en pandemia.

La necesidad de crear un producto que convoque de manera descomunal a las audiencias se hace aún más imperativa debido a que el estudio dispuso un presupuesto de 300 millones de dólares para que se haga realidad.

El dinero no solo tiene que ver con lo artístico, sino que gran parte de este se dedica a las campañas de marketing que impulsarán posteriormente el film.

Como si esto no fuese suficiente, otros inconvenientes que tuvo el rodaje es la eliminación de una locación clave pro el conflicto en Ucrania, también falta elegir a un actor para uno de los villanos de la película y que Universal Pictures encaminó rumbo al set a un guionista para que perfeccionase los diálogos de algunos actores, gestión que incomodó a Lin, ya que es el co autor del guión que ya había sido concebido.

Posteriormente, el pasado 23 de abril vino el encontró que tuvo el director con Vin Diesel, quien habría iniciado una reunión entregando una serie de nuevas notas de manera unilateral para incluir en el desarrollo de la película.

De acuerdo con las fuentes citadas, THR también sostiene que Vin Diesel tiene tal nivel de poder al interior del proyecto que puede aprobar o desechar secuencias de acción.

Anteriormente, se había reportado que durante las peleas se contabilizaban el número de golpes que daba cada actor para que estos no quedaran supuestamente "mal" tras cada secuencia.