Better Call Saul, es una de las series más vistas de AMC y el streaming de Netflix, el mes pasado llegó la segunda parte de su sexta temporada.
Sin embargo, no todos es positivo, ya que recibió una demanda que recibió la serie es por difamación.
La serie está ambientada en el 2002, seis años antes de los acontecimientos relatadas en Breaking Bad, Better Call Saul es un spin-off centrado en el personaje de James ‘Jimmy’ McGuill (Bob Odenkirk), antes de que asuma la identidad de Saul Goodman, un abogado corrupto con un humor políticamente incorrecto vinculado al mundo criminal que empieza a crear una importante red de contactos en los bajos mundos. La serie narra los acontecimientos que llevan a McGuill a convertirse en Saul antes de trabajar con Walter White (Bryan Cranston), más conocido como Heisenberg, el narcotraficante más temido de Nuevo México.
A McGuill le acompañan su hermano Chuck (Michael McKean), también abogado y máximo referente de éxito para Jimmy; Kim Wexler (Rhea Seehorn), una vieja amiga del protagonista; y Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), policía retirado que trabaja formalmente como investigador privado, pero que en realidad es una tapadera para su labor como el hombre que resuelve los problemas de McGuill, a menudo con métodos violentos.
¿Por qué recibió una demanda Better Call Saul?
Según señaló el medio The Wrap, la empresa Liberty Tax presentó una demanda contra los productores de Better Call Saul, AMC Networks y Sony Pictures por “infracción de imagen comercial y marca registrada”.
La acusación es en referencia al capítulo 2 de la temporada 6 en el cual se muestra a los Kettleman, dos malversadores que dirigen un negocio criminal llamado “Sweet Liberty Tax Services”.
Pese a que igual hay similitudes pero no en un 100%, la producción de Better Call Saul, no ha emitido opinión sobre esto y aseguran que no afectará a su emisión, por lo que estrenarán sus dos últimos capítulos normalmente.
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