Una rutina que partió tibia y le costó afirmarse fue lo que ofreció el comediante Cristián Henríquez con sus personajes “Ruperto y Rupertina”, en su paso por el Festival del Huaso de Olmué 2020.

Con su parodia de la mujer campesina, Henríquez hizo referencias a la crisis social y al feminismo, que no cayeron muy bien entre el público que veía la presentación por televisión y opinaba en Twitter.

No fue hasta que entró su compañero en escena, el actor Julio Jung, que la rutina tomó rumbo firme al representar diversa situaciones e intercambios, que incluso tuvo una dinámica que incluyó a la animadora Karen Doggenweiler y un beso entre Henríquez y Jung.

Navegando con un público ya más abierto a su propuesta humorística, fue el turno de “Ruperto”, personaje que en su “ebriedad” tuvo como mayor recurso el burlarse nuevamente de Jung.

Aunque esta vez costó que el numero humorístico se convirtiera en TT de Twitter, a diferencia de las noches anteriores, igualmente se dejaron ver opiniones divididas sobre la apuesta humorística de Henríquez.

La gente curiosamente manifestó su incomodidad con la forma en que el comediante abordó a través de sus personajes las temáticas vinculadas a la contingencia que enfrenta el país.