Luego de días terribles en que recibió una demanda de parte de Marcelo Chino Ríos y además confirmó públicamente su quiebre con su esposo Juan Pablo Montt, Jordi Castell finalmente decidió hablar y sincerarse en un extenso monólogo en Instagram.
En una de sus transmisiones en vivo con el programa Dosis Diaria en su perfil de la red social, Castell encontró el momento de comodidad y sinceridad conversando con Katherine Salosny.
Cuando Salosny le pidió: “Ya, confiésate conmigo pues. Confiésate”. Entonces, Jordi se liberó y se lanzó con un monólogo para exponer las sensaciones que tiene actualmente.
“Estoy hecho mierda. Estoy en el suelo”, dijo con toda confianza. “Y además lo peor de todo es que estoy viviendo algo que sabía que iba a vivir, entonces llevo una agonía larga. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Cuidarme. No hablar mal de la persona por la que aposté todos estos años. Ni tampoco faltarle el resto a él o su entorno“.
Al mismo tiempo, aprovechó de aclarar que “no voy a hablar las razones por qué pasó o por qué no pasó. Lo que sí estoy tratando de cuidarme. De no tener prisa. De no ir a lugares con mucha euforia. De evitar ansiedades. Dormir bien”.
En el fondo, “estoy cuidándome. Quiero restituirme y escuchar lo que pasa, por qué pasa, por qué pasa en este momento y por qué tengo que estar sosteniendo algo una vez más”.
Jordi Castell: Fotógrafo asegura que no es la primera vez que está tan mal
Pero no es la primera vez que le han pegado tan duro. Esto a propósito de que recordó otra ocasión en la que estuvo prácticamente en el piso, por la cantidad de sucesos negativos que pesaron en su contra.
“En el año 2014 yo tuve que dormir a mi perra, una semana después terminé una relación de cinco años y medio, que también llevaba una crisis. Y una semana después me echaron de TVN. En tres semanas yo me quedé sin perro, sin pololo y sin contrato”, recordó.
Ahora, “mi pregunta es, que estoy elaborando mi respuesta, pasan seis años y me vuelve a pasar lo mismo”.
“Yo a Chiloé me fui sin tenerlo planificado, sin escoger el destino y me fui un poco tratando de salvar la situación que estaba viviendo”, advirtió sobre los últimos meses.
Entonces, “llegué a una cabaña del año ’84 semi abandonada y para que estuviera bonita fui a las otras cabañas a sacar cosas y puse bonita la mía. Llegó esta gata tuerta. Le di vida desde mi alter ego desde la weona frívola, estúpida que nunca fui y que siempre quise ser”.
“Más que un mea culpa, por supuesto que estoy súper conectado con cuáles fueron mis errores, dónde falté, cuánto permití, por qué permití tanto y por qué no avisé antes. Me estoy haciendo muchas preguntas”.
“Ahora, ojo, yo hablo desde la humildad y desde la sencillez que me genera estar en un momento sensible y de reinvención, de cambios. Yo estoy pintando la casa. Estoy cambiando los muebles de lugar. Los cuadros. Como que también me invento esa realidad que va a tener que ver con mi casa y yo solo”, reveló.
“Porque también avanzar es eso. Es como aceptar lo que viene desde la máxima”, puntualizó
Jordi Castell: ¿En qué estado está ahora tras el quiebre?
Desde una perspectiva positiva sobre lo que está viviendo, Jordi Castell ahora resalta que “yo no quiero hacerle daño a nadie. No quiero herir a nadie. Lo único que quiero es estar bien. Y sí poh, me pego mis lloradas. Obvio. Y me he pegado mis curadas también yo solo acá con una botella de vino. Pero obvio”.
“Pero claro, algo tengo, que también lo hablé ayer con mi siquiatra, que no es que me bajonee y me deprima. Pero de repente me da pena, lloro a moco tendido cinco o diez minutos. Y después se quita. Y empiezo a cambiar cuadros de lugar. Los muebles. Avanzo. Salgo con la perra a caminar”, contó también.
El hecho es que “tengo 55 años, no me queda tiempo. Cuando cumplí 54 me di cuenta que no me queda tiempo, entonces no puedo perder tiempo. Fracasé en un matrimonio, ok, qué pena, que le vaya regio, que sea feliz, ojalá que encuentre a alguien que lo quiera, pero yo no tengo tiempo que perder“.
“Estoy en el último tercio de mi vida, entonces estoy solo haciendo cosas que quiero y que me hacen bien. Como por ejemplo, estar con alguien como tú en un live, ir a almorzar con amigos y amigas o ir a la exposición de amigo ahora más rato”, selló.
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