En los últimos años, el acceso a créditos hipotecarios en Chile se ha vuelto cada vez más difícil debido al aumento de la inflación y las tasas de interés. Estos factores han encarecido las condiciones de financiamiento, duplicando los ingresos requeridos para optar por una vivienda de igual valor en comparación con 2019.
Este fenómeno ha afectado la demanda de créditos hipotecarios y ha complicado la compra de viviendas para muchos, quienes incluso optan por financiamiento directo o casas prefabricadas como alternativa económica.
Aumentan los ingresos requeridos para un crédito hipotecario
Según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), los ingresos necesarios para cubrir un crédito hipotecario han aumentado en más de un 100% en términos nominales en los últimos cinco años.
Por ejemplo, para adquirir una vivienda de 4.000 UF, en 2019 se requerían $350.000 mensuales para cubrir el dividendo, mientras que en 2024 esa cifra ha subido a $712.000. En cuanto a los ingresos totales para acceder a este crédito, pasaron de $1.400.000 a casi $2.900.000.
Este fuerte incremento en los ingresos requeridos ha generado que muchas familias deban posponer la compra de sus viviendas, especialmente aquellas que habían negociado bajo condiciones financieras más favorables años atrás.
Desde la CChC indican que el principal problema radica en que “los ingresos de las personas no han crecido al mismo ritmo que los costos de los créditos hipotecarios”, lo que ha aumentado las dificultades para cumplir con los nuevos requisitos financieros.
Factores que impulsan el encarecimiento
El aumento de la inflación y las altas tasas de interés han sido los principales causantes de este fenómeno. La inflación en Chile ha afectado no solo los precios de bienes y servicios, sino también el costo de los créditos, lo que ha llevado a una escalada en los requisitos para acceder a financiamiento hipotecario.
Por su parte, el alza en las tasas de interés, que ha sido una medida de los bancos centrales para controlar la inflación, también ha encarecido los créditos, elevando los dividendos mensuales y, por ende, el ingreso necesario para calificar a un crédito hipotecario.