Los graves incendios forestales que ha sufrido Australia en las últimas semanas ha generado varias consecuencias, una de ellas, y quizás la más terrible, es que ha transformado en cenizas a más del 80% del hábitat de los koalas, sin contar los 1.000 especímenes muertos que se han podido registrar hasta ahora.

Lo grave de todo esto es que el koala ya se encontraba en peligro antes de los incendios, sobre todo luego de que un informe en mayo pasado los considerara “funcionalmente extintos”, por lo que ahora hay un peligro inminente de desaparición de la especie.

La extinción funcional de una especie implica que ésta se ha reducido de manera tan considerable que ya no tiene un rol importante en su ecosistema, algo peligroso, ya que cuando una especie se desacopla del hábitat deja de ser viable.

Si a lo anterior se suma que los bosques de eucalipto son los principales afectados por los incendios y la fuente principal de alimentación de los koalas, el panorama se pone negro, ya que en promedio un koala adulto necesita al menos un kilo de hojas de eucalipto al día y con lo que hay ahora no alcanzaría para sostener a toda la población.