Cuba vive momentos difíciles luego de las multitudinarias protestas vividas desde la jornada de ayer domingo.
Y es que la situación en la isla es extremadamente delicada: por un lado el magro momento sanitario del coronavirus, que se encuentra en un momento crítico y, por el otro, la crisis económica que azota al país caribeño.
En cuanto a la pandemia, este domingo se registró un nuevo récord de contagios diarios, con 6.750 casos nuevos y 31 muertes; todo esto en un momento donde cada vez se alcanzan cifras más desastrosas, que provocan el colapso en varios centros asistenciales.
Mientras que por el lado de la economía, una de las principales actividades de Cuba, el turismo, se mantiene paralizado, lo que ocasiona un profundo impacto en miles de familias.
Esto se suma al bloqueo internacional, que ha ocasionado una grave crisis en el suministro de insumos básicos como medicamentos, comida e incluso se ha traducido en apagones.
Para paliar la situación, el gobierno cubano tomó la determinación de aumentar los salarios, lo que repercutió en que se dispararan los precios. Expertos indican producto de ello la inflación podría llegar hasta niveles del 500%.
Respuesta del gobierno cubano
En marco de las multitudinarias protestas, el presidente cubano, Miguel Díaz–Canel, salió a apagar el incendio con bencina: “Convocamos a todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución en todos los lugares”, haciendo un llamado a sus adherentes a enfrentarse con manifestantes.
Para el mandatario, el principal problema del país es el bloqueo económico instaurado “con el objetivo de asfixiar nuestra economía y que eso provocara el anhelado estallido social masivo”.