Ya queda muy poco para la Pascua de Resurrección, día favorito de muchos niños y niñas alrededor de todo el mundo, ya que es una ocasión única en la que reciben huevos de chocolate.

¿Qué día se esconden los huevos de pascua?

La tradición es esconder los huevos de pascua la noche antes de Domingo de Resurrección.

De esta manera, los padres, a escondidas de sus hijos, deben esconder los huevitos en diversas partes de la casa, para que al otro día cuando los niños despierten, se diviertan buscándolos y se los coman.

¿Qué se celebra en la Pascua de Resurrección?

El Domingo de Pascua de Resurrección se conmemora el día en que Jesucristo resucitó al tercer día entre los muertos.

Según la Biblia, Jesús, hijo de Dios, fue detenido por los romanos, luego sometido a juicio y sentenciado por el prefecto Poncio Pilato a ser flagelado y, finalmente, crucificado. 

Poco antes de su muerte, Jesucristo fue obligado a cargar su cruz por el Monte Calvario y posteriormente fue crucificado. Su muerte fue presenciada por su madre María, y sus fieles apóstoles María Magdalena y Juan.

Al tercer día del fallecimiento, Jesús resucitó y se le apareció fuera de su sepulcro a María Magdalena, y después a muchas otras personas en un lapso de cincuenta días antes de ascender al cielo.

Según las creencias cristianas, Cristo se sacrificó y murió en la cruz, para cumplir el destino que le había dado su padre Dios, que era salvar a la humanidad de sus pecados y entregarnos la posibilidad de la vida eterna junta a él.

¿Por qué se regalan huevos de Pascua?

Primero que todo, es importante tener en cuenta que el huevo, para muchas culturas milenarias, simboliza la vida, la fertilidad y la esperanza.

Por su significado simbólico, el cristianismo adoptó al huevo como un símbolo de la resurrección de Jesús y, de acuerdo con algunas teorías, los primeros cristianos de Mesopotamia solían pintar huevos en los días posteriores a la Pascua.

En los tiempos de la Edad Media se regalaban los huevos de gallina en las celebraciones de Pascua, pero más tarde, entre los siglos IX y XVIII, la iglesia cristiana decidió prohibir el consumo de estos durante la Cuaresma, diciendo que eran similares a la carne roja.

Debido a esto, solo se permitió volver a comer huevo el Domingo de Pascua. Sin embargo, las gallinas continuaron poniendo huevos durante este período, por lo que, mientras tanto, las personas decoraban los que no se comían para dárselos a los miembros de la familia, especialmente a los niños, después de la misa, como símbolo de la Resurrección.