México informó que la familia del expresidente peruano, Pedro Castillo, llegó a Ciudad de México, donde la esposa del otrora mandatario y sus hijos se encontrarán asilados en medio de la expusión del embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, quien fue declarado como 'persona non grata' por el gobierno de Dina Boluarte.

Fue el Canciller de México, Marcelo Ebrad, quien informó la noticia, señalando que "la familia de Pedro Castillo ya está en la Ciudad de México. Nuestro país ha honrado su tradición de asilo. Reconozco al Embajador Pablo Monroy la eficacia de sus gestiones en circunstancias complejas".

Tras expulsar al embajador mexicano, la canciller peruana, Ana Gervasi anunció que se entregó un salvoconducto a Lilia Paredes, esposa del exmandatario y sus dos hijos, para ir a México, donde se les concedió asilo. Al mismo tiempo, descartaron que la familia Castillo Paredes esté bajo una ‘persecución política’, aclarando que la pareja está investigada por “delito de organización criminal, previsto y sancionado".

Perú declaró como ‘persona non grata’ al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, por una “injerencia en los asuntos internos”, por las declaraciones emitidas por el presidente mexicano, Manuel López Obrador, sobre la delicada crisis que se vive en Perú.

“El Gobierno del Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en el Perú, señor Pablo Monroy Conesa, debido a las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país sobre la situación política en el Perú”, informó la canciller en rueda de prensa.

 

Gervasi hizo referencia a las declaraciones de AMLO, quien dijo el pasado lunes 19 de diciembre que “va a haber mucho sufrimiento en el pueblo y mucha inestabilidad” en Perú, caso de no convocar nuevas elecciones y donde también habló de dar asilo a Castillo y sobre el estado de emergencia decretado durante la semana pasada.

Respecto a las declaraciones de AMLO, la secretaria de Estado sostuvo que el gobierno peruano considera que “tales expresiones constituyen una injerencia en los asuntos internos del país y por ende son violatorias del principio de no intervención”.

"Las declaraciones del presidente mexicano resultan especialmente graves en circunstancias en las que el país enfrenta una situación de violencia incompatible con el ejercicio del legítimo derecho que asiste a toda persona de manifestarse pacíficamente", agregó el ministerio por medio de un comunicado.

Ante la situación, se declaró como ‘persona non grata’ al embajador mexicano Pablo Monroy, a quien le dieron un plazo de 72 horas para abandonar el país.