Finalmente,la Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, arribó a Taiwán, pese a las advertencias de China, quienes señalaron que tomarían “medidas resueltas y enérgicas” en caso que Pelosi realizara el viaje; lo que ha provocado una fuerte tensión entre Beijing y Washingtong.
El viaje de la congresista representó una tensión tan fuerte que distintos corresponsables ya han advertido el avance de aviones de combate desde China, también existen reportes señalando que hay despliegue de buques en la zona.
Mientras tanto, desde el Pentágono observan los hechos con atención y ya prepararon el portaaviones USS Ronald Reagan.
La visita de Pelosi a Taiwán es la más relevante que han tenido en 25 años, lo cual provocó la molestia en el régimen de Xi Jinping, quien incluso advirtió que Estados Unidos “pagará el precio” de la visita.
“Esta es la versión del Estrecho de Taiwán (también llamado de Formosa) de la Crisis de los Misiles en Cuba. Estados Unidos es el provocador. El mundo está observando si Pelosi va a apretar el gatillo con sus propias manos”, señalaron desde el medio oficial del gobierno chino, Global Times.
En su visita a la isla, la parlamentaria sostuvo una reunión con Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán, y también se reunirá con un grupo de activistas contrarios a la política de derechos humanos en China.
Y tras su arribo, la presidenta del parlamento de EEUU encendió el fuego, señalando por twitter el apoyo de la casa blanca a Taiwán. “Nuestra visita reitera que Estados Unidos apoya a Taiwán: una democracia sólida y vibrante y nuestro importante socio en el Indo Pacífico“.
El viaje de Pelosi y el mismo mensaje que la congresista dio en redes sociales se entiende como una provocación al gigante asiático. Pese a ello, desde Estados Unidos el propio presidente Joe Biden ha enfatizado a Beijing que no cambiará la postura oficial respecto a Taiwán.
La ofuscación de China se explica debido a que consideran a Taiwán como parte de su territorio, de ahí que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense sea calificada como “extremadamente peligrosa”.
China ve a Taiwán como una provincia separatista que debe volver a estar bajo en control del régimen chino, mientras que, por su parte, Taiwán se ven a sí mismos como un país independiente, con líderes elegidos democráticamente y su propia constitución. Es por ello que Xi Jinping ha señalado en más de alguna oportunidad que Taiwán se debe reunificar al resto del territorio y para ello no descarta el uso del poder armado.