Esta semana unos campesinos de Culden, Cajamarca, empezaron a cazar y quemar murciélagos por miedo a que le transmitieran el coronavirus.
Las autoridades locales lograron salvar a cerca de 200 de estos animales que estaban en peligro de ser incendiadosy le aclararon a la población que los murciélagos no son conductores de la pandemia ni tampoco sus enemigos.
La confusión surge a raíz de que se piensa que el virus nació en estos mamíferos, aunque esto no ha sido comprobado y algunos expertos incluso lo han descartado.
Los murciélagos rescatados fueron liberados posteriormente y se encuentran a salvo de los pobladores, que intentaban detener el virus en un país donde ya hay 11 fallecidos y más de 600 infectados.