La Batalla de Santiago del Mundial de 1962, entre Chile e Italia, es uno de los encuentros más violentos que existen registro en un mundial, pues, a pesar de que solo terminó con dos expulsados, este debió haber finalizado con varios deportistas viendo en partido desde las gradas.

Sin embargo, esto inició mucho antes del pitazo inicial, pues dos periodistas italianos, Antonio Ghirelli y Corrado Pizzinelli, escribieron un artículo para el diario Il Resto de Carlino, destruyendo a la sociedad chilena y, en particular, Santiago.

“…esta capital, que es símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria… Bajo estos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad anónima”, es parte de un artículo que fue reproducido por el diario El Mercurio.

Esta situación llevó que la ciudadanía chilena mostrase un profundo rechazo a la parcialidad italiana. Incluso llevó a los dos periodistas que escribieron el artículo a abandonar el país por miedo a ser atacados.

Cuando llegó el horario del encuentro, la selección italiana sabía que iba a vivir un hostigamiento fuerte por parte de los hinchas como de los futbolistas de la Roja. Por lo mismo, cuando solo corrían 12 segundos del pitazo inicial llegó la primera falta y a los 7’ ya habían expulsado al defensor Giorgio Ferrini, quien se negó a abandonar la cancha y tuvo que ingresar la policía, que se demoró cerca de ocho minutos en poder sacarlo del césped.

Imagen del partido con una de las tantas agresiones. (FOTO: BBC)

Imagen del partido con una de las tantas agresiones. (FOTO: BBC)

Otra jugada muy recordada es la de Leonel Sánchez al minuto 38, que corría por la banda izquierda cuando Mario David lo derribó. A pesar de estar en el suelo, el futbolista chileno se quedó con el balón en los pies y el italiano no encontró nada mejor que patearlo en el suelo.

A pesar de que hoy eso hubiese significado la expulsión directa, el árbitro no cobró nada y el chileno, ante la impotencia, se paró furioso y le rompió la nariz con un tremendo puñetazo. Lo curioso es que el juez tampoco expulsó a Sánchez.

Esta trifulca entre ambos deportistas terminaría minutos más tardes, ya que David le tiró una patada voladora a Sánchez y, recién ahí, el juez decidió expulsarlo del encuentro al minuto 41’.

A pesar del festín de patadas, tacles, escupitajos, combos, entre otras agresiones físicas por ambas selecciones, el encuentro terminó favorable para la Roja por 2-0 gracias a las anotaciones de Jaime Ramírez (74’) y Jorge Toro (84’).

Un ejemplo del descalabro de encuentro que se vivió ese día fue resumida por un corresponsal de la BBC, quien señaló que “la exhibición de fútbol más estúpida, espantosa, desagradable y vergonzosa, posiblemente, en la historia de este deporte”.

A eso se sumó lo que dijeron desde la FIFA, que mencionaron que “aunque experto conocedor de la guerra al haber sido teniente coronel durante la Segunda Guerra Mundial, el partido de la capital santiagueña (sic) superó sus peores pesadillas”.

Las formaciones que utilizaron ambos equipos son:

Formación de Chile: Misael Escuti; Luis Eyzaguirre, Raúl Sánchez, Sergio Navarro, Carlos Contreras; Eladio Rojas, Jorge Toro, Jaime Ramírez, Honorino Landa; Alberto Fouillioux, Leonel Sánchez.

Formación de Italia: Carlo Mattrel; Sandro Salvadore, Enzo Robotti, Mario David, Francesco Janich; Paride Tumburus, Giorgio Ferrini, Bruno Mora, Humberto Maschio; José Altafini, Giampaolo Menichelli.

Jugador italiano sacado con policías de la cancha. (FOTO: FIFA)

Jugador italiano sacado con policías de la cancha. (FOTO: FIFA)