Primero fue Alexander Zverev, luego Novak Djokovic y ahora es Roger Federer quien le bajó el pulgar al nuevo formato de la Copa Davis, impulsado por el futbolista del Barcelon Gerard Piqué.

“No va a ser nunca la Copa Davis que conocíamos”, dijo el tenista suizo, quien anteriormente ya había criticado directamente esta competición: “Admito que resulta extraño ver a un futbolista entrometerse en el negocio del tenis. Y cuidado, la Copa Davis no puede convertirse en la Copa Piqué”.

Eso sí, ahora moderó sus cuestionamientos: “Espero que tengan éxito y les guste a los aficionados. No creo que sea una competición hecha para mí sino para las nuevas generaciones”.