Luego de varios procesos fallidos, la Selección Chilena de básquetbol ya tiene nuevo DT: Juan Cardona. El puertoriqueño de 44 años fue elegido porque, además de su gran currículum, conoce de cerca a uno de los grandes proyectos cesteros de nuestro país: Felipe Haase.

Cardona, de amplio recorrido en su país, también dirigió en México, pero sin embargo su gran salto lo ha dado en los últimos años, donde ha sido asistente técnico en la División I del hipercompetitivo básquetbol universitario estadounidense.

Bajo ese rol, conoció a Haase en el campeonato de FIBA Américas Sub 18, cuando Chile se enfrentó a Puerto Rico en 2016. "No hay forma de que sea un chico de secundaria", señaló una vez que lo vió, debido a su alta estatura y gran capacidad atlética. Se contactó con él mediante Facebook Messenger.

Luego de eso lo asesoró para que eligiera un programa universitario en Estados Unidos y a partir de ahí lo ha dirigido casi en todas las temporadas que Haase lleva en esas latitudes, incluso con varios cambios de universidad de por medio.

"Él es el que creyó en mí desde el principio. Tan pronto como llegué a Miami, él creyó en mí incluso más de lo que yo creía, incluso más que yo mismo", dijo Haase en su momento. "Él es el que cambió mi mentalidad, la forma en que veo las cosas. Es como mi segundo padre. Me ha enseñado mucho sobre la vida y el baloncesto", expresó.

"Haase tiene la capacidad de jugar dentro y fuera de la pintura. Todo buen programa tiene como base un sólido jugador en la pintura. Y aquí lo tenemos con él", señaló una vez asumido en el cargo en Chile.

“Estaré mirando el desarrollo de los jugadores en las categorías y viendo quién puede venir a Estados Unidos. Voy a llevarle el sabor de baloncesto a Chile”, agregó.

Historia de sacrificio

La historia de Cardona, además, ha sido como una buena serie de Netflix. Previo a su última aventura en Southern Mississippi, donde también comparte equipo con Felipe Haase, tuvo que vivir ocho meses en un hotel con su familia, turnándose la única cama disponible.

Ahí, Jay Ladner, entrenador jefe de ese equipo universitario, le propuso la oportunidad. No era fácil, ya que esa institución cargaba con la historia de un equipo perdedor y el puesto de Ladner estaba discutido.

Sin embargo, Cardona le ofreció la idea de llevarse al chileno Haase y a un jugador puertoriqueño que también había seguido a Cardona en su periplo norteamericano: Neftalí Álvarez.

Ambos han sido vitales para que esa universidad esté viviendo una de sus mejores temporadas históricas en el último tiempo.

De hecho, el trabajo de Cardona está tan bien evaluado, que compartirá su trabajo en Chile con Estados Unidos. Será todo un beneficio considerando que no siempre es fácil que las instituciones norteamericanas cedan a sus jugadores para jugar por las distintas selecciones del mundo.

"Me crea mucha pasión Chile. Veo talento, personas y jugadores que quieren salir y conseguir algo más, ver que tan buenos pueden ser ellos individual y colectivamente", señaló."

"Se trata de una generación que ilusiona al básquetbol chileno, a partir de ahí queremos generar una sinergia, que los fanáticos vean que su equipo juega bien, pero, principalmente, que se sientan identificados, que lo que ellos hacen en su vida, en el día a día, lo realizan los jugadores en la cancha", cerró.

Sus principales retos inmediatos serán dirigir a Chile en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y luego liderar la clasificatoria rumbo a la Copa América 2025.