El boxeador chileno Godfrey Stevens González dejó de existir este sábado en Australia a la edad de 84 años. El púgil nacional deja un legado valioso y recuerdos imborrables para la historia del deporte nacional.

Aquella mañana del 8 de febrero de 1970, todo Chile se despertó temprano para ver la pelea Stevens González ante el local y campeón mundial japonés, Shozo Saijo.

El cinturón lo mantuvo el nipón en 15 asaltos, pero quedó esa espinita: el chileno estuvo muy cerca de darle el título mundial a Chile. Incluso en su regreso al país fue recibido como héroe, generando la molestia del propio Godfrey Stevens, quien no entendía cómo los fanáticos celebraban una derrota.

El Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 1996, Julio Salviat, recordó en conversación con Paulo Flores y RedGol que “Godfrey Stevens, con un poquito más de pegada, habría sido un campeón mundial brillante, pero su problema  era eso: era un gran defensor, al rival le costaba mucho pegarle un puñete. Tenía una habilidad para esquivar, era un bailarín sobre el ring, un tipo muy brillante y técnico”.

Eminencia en el periodismo deportivo en Chile, Salviat agrega que “era un boxeador del tipo de los mejores. Muhammad Ali en los primeros tiempos, Sugar Ray Leonard es el más parecido a él en técnica y habilidad. (…) Por lo menos era el que más me gustaba, era admirador de su estilo. Había otros por supuesto que consiguieron más cosas, Martin Vargas era un espectáculo totalmente distinto. Él pegaba una y se acababa la pelea”.

Julio Salviat concluye que la pelea que más recuerda fue “la dolorosa, la que pierde en Japón. Fue una tristeza grande, era su momento, pero no lo consiguió porque era difícil, lo de él era ganar por puntos. Así lo hacía en casi todas sus peleas”.

Otro experto en boxeo que tuvo la suerte de seguir de cerca a Godfrey Stevens es Eduardo Bruna: “era un ídolo como lo sería después Martín Vargas con otros argumentos. Era un estilista, de mucha técnica. Era un muy buen boxeador, limitado sí por la pegada. Era peso pluma y no tenía pegada de nocaut, pero él se basaba en ganar por la técnica, habilidad e inteligencia”, sentenció.