Roger Federer mira con cierta desconfianza el proyecto de la nueva Copa Davis que ha impulsado Gerard Pique y que fue aprobado por la asamblea general de la Federación Internacional de Tenis.

“Estas próximas semanas pueden ser muy interesantes. No he hablado con él, pero admito que resulta extraño ver a un futbolista entrometerse en el negocio del tenis. Y cuidado, la Copa Davis no puede convertirse en la Copa Piqué”, dijo el tenista suizo.

Luego, advirtió: “Estoy a favor de las innovaciones. Nuestro deporte necesita pensar un poco fuera de lo normal para innovar. Pero es como el Jenga (juego en que se hace una torre con piezas de madera): debes tener cuidado de no quitar el ladrillo que derribará todo el edificio”.

Recordar que la competición que propone Piqué consiste en una fase final de la Copa Davis con 18 países, que se jugará durante menos de un mes en una sede única, al estilo del Mundial de Fútbol.